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La residencia diocesana San Fernando, situada en San Juan de los Terreros (Almería) acogió durante el mes de julio el campamento de los Junior’s y de los Scouts de la Parroquia Nuestra Señora de Zarzaquemada (Leganés).

Una treintena de chicos y chicas de entre 8 y 12 años pudieron disfrutar de una semana, desde el 25 de junio al 2 de julio, de las instalaciones que les ofrecía esta casa gestionada desde Cáritas diocesana de Getafe y, acompañados del párroco, Aurelio Carrasquilla, acercarse más al Señor.

Ayudados por cinco educadores realizaron muchas actividades al aire libre, además de estrechar los lazos a través del tiempo de convivencia, excursiones, oración y Eucaristías.

Destaca el vicario episcopal de pastoral caritativa y social  que “en este campamento de los Junior’s, el primero para muchos de ellos, han aprendido no solo sobre Dios sino a divertirse sanamente, han redescubierto la fe”.

“Se les ha enseñado a rezar, a dar las gracias, el significado de los colores vinculado al mundo religioso, y también la responsabilidad, la práctica de tareas domésticas compartidas y se ha conseguido que, a partir de esta experiencia, tanto los chavales como sus padres se vinculen más a la parroquia”.

El segundo turno de campamentos, desde el 2 al 16 de julio, ha correspondido a los Scouts, una cincuentena de jóvenes con edades comprendidas entre los 8 a los 19 años, que en muchos casos no practicaban la fe.

Para ellos se ha planteado un campamento donde el ocio y el tiempo libre les acercaran a los valores cristianos propiciando el diálogo sobre la fe.

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Las distintas actividades –el baño en el mar, la contemplación del amanecer- provocaban preguntas en ellos sobre la existencia, la creación, la vida de la Iglesia o de los sacerdotes.

“Cada momento se puede aprovechar para evangelizar, para hablar de Dios y ayudarles a reflexionar” explica Aurelio, quien además ha destacado que en estos campamentos las eucaristías están abiertas a la gente del pueblo “que participa activamente en ellas”.

“También nos han ayudado los testimonios de algunos monitores, vinculados a los Scouts desde hace 40 años y que ahora con más de 70 siguen entregando su vida y su tiempo gratuitamente por los jóvenes. Eso les ha sorprendido mucho” destaca el párroco de Zarzaquemada.

“La experiencia en ambos casos ha sido muy buena. Los chicos han salido muy ilusionados, han aprendido, se han divertido, han podido conocer mejor al Señor. Al tiempo que crecían en madurez y responsabilidad ha crecido su cercanía a Dios” subraya.

“El campamento es un instrumento de pastoral y de cercanía con los chavales. Las parroquias deberían dar todas las facilidades (económicas, infraestructura) para que asista el mayor número posible  de jóvenes. Por eso hemos elegido esta casa y por eso los precios han sido reducidos” concluye el vicario episcopal .