El obispo auxiliar electo, D. José María Avendaño, presidió una eucaristía solemne en la Catedral de Getafe, el pasado domingo 13 de noviembre con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres.
Avendaño estuvo acompañado por el vicario episcopal para la pastoral caritativa y social, Aurelio Carrasquilla, el delegado diocesano de Migraciones, Fernando Redondo y el clero parroquial.
Además asistió el director de Cáritas diocesana de Getafe, Enrique Carrero, que fue el encargado de pronunciar la monición ambiental para situar la celebración y animar a todos los presentes a celebrar la VI Jornada Mundial de los Pobres instituida por el papa Francisco con el lema ‘Jesucristo se hizo pobre por nosotros”.
Esta jornada, explicó, “nos recuerda nuestro compromiso solidario con los hermanos necesitados de llevar alivio y paz en medio de las situaciones de sufrimiento, como las pandemias o las guerras, que estamos viviendo”.
El obispo auxiliar electo en su homilía, después de saludar a sacerdotes, religiosos, fieles laicos y miembros de Cáritas, también quiso recordar la importancia de celebrar esta jornada y de llevar consuelo “a nuestros hermanos que sufren”.
“Tenemos que poner en nuestro corazón la realidad de los pobres” insistió D. José María, añadiendo “en ese domingo el papa Francisco nos dice en su mensaje que esta jornada es una oportunidad de gracia para preguntarnos si la pobreza de Jesucristo es nuestra fiel compañera de vida”.
“Aunque la sociedad los olvide o los descarte, nosotros tenemos que procurar que a nadie le falte lo necesario (…) a los pobres hay que preguntarles su nombre y circunstancia –sin invadir- y llevarles hasta Cristo” advirtió.
El auxiliar quiso reconocer y agradecer además la labor asistencial que realizan los trabajadores y voluntarios de Cáritas y de la Iglesia en muchas y variadas instituciones señalando que “la Diócesis de Getafe camina en la vida atendiendo a los pobres, siguiendo el camino marcado por los santos: santa Maravillas de Jesús, san Faustino Míguez, San Benito Menni, San Juan de Dios, san Simón de Rojas o la beata María de los Ángeles”.
Para finalizar, Avendaño pidió a los fieles diocesanos “estar atentos para sanar a los heridos por la vida, llevándoles la alegría y el amor del Evangelio”.
Al término de la Eucaristía el vicario episcopal Aurelio Carrasquilla invitó a todos a salir al exterior de la Catedral donde se leyó un manifiesto en apoyo a la Jornada Mundial de los Pobres y el obispo auxiliar electo impartió la bendición final.