ordenados2016

La Diócesis de Getafe celebró, unida a sus prelados, y junto a las religiosas carmelitas, la fiesta en honor de Santa Maravillas de Jesús, el pasado domingo 11 de diciembre, en el el Convento del Sagrado Corazón de Jesús y San José de la Aldehuela.

A las 8.30 horas presidió la eucaristía el obispo auxiliar, D. José María Avendaño, y a las 11.00 horas, el obispo diocesano, D. Ginés García Beltrán.

Concelebraron junto a García Beltrán el vicario episcopal para la Vida Consagrada, Ramón García Saavedra, y el canciller  secretario, Guillermo Fernández.

D. Ginés en su homilía dio gracias a Dios por la vida de Santa Maravillas, “esta mujer sencilla, contemporánea nuestra, que con su santidad de vida nos invitó a conocer y amar más al Señor” recordando una frase como resumen de toda su vida: “Ven y verás”.

García Beltrán comparó su vida a la de Juan el Bautista, el profeta precursor de Jesús, que vivió una vida austera en el desierto y anunció la venida de Cristo. 

“Vivió siempre confiando en el Señor, con una alegría que reflejaba su vida de intimidad con el Corazón de Jesús, a pesar de las condiciones adversas” subrayó.

“Fue probada en el sufrimiento, especialmente durante la guerra civil, en la que tuvo que abandonar el Cerro de los Ángeles y adaptarse a circunstancias muy difíciles, viajando para poner a salvo su Comunidad, y posteriormente siguiendo la voluntad de Dios, para fundar varios conventos” continuó García Beltrán.

“Pero Santa Maravillas no vivió una vida acomodada, sino arraigada en Cristo, atenta siempre a su divina voluntad” destacó. 

Finalmente,  D. Ginés agradeció la vida de las Madres Carmelitas, que en su clausura piden y se sacrifican por todos, “proporcionándonos el ‘oxígeno espiritual’ que necesitamos para respirar”, ante cientos de fieles, a los que la lluvia no impidió celebrar su fiesta en la capilla de este  “palomarcico” tan del gusto suyo y que guarda sus restos mortales. 

Por la tarde fue el obispo emérito, D. Joaquín María López de Andújar, quien presidió la eucaristía en honor de la santa subrayando que “la Madre Maravillas es un santa muy nuestra, a la que podemos acudir, pidiendo su intercesión con mucha confianza y de la que tenemos que aprender muchas cosas.