06/12/2025. El obispo de Getafe ha dirigido su mensaje semanal en 'El Espejo' de la diócesis en COPE con motivo del tiempo de Adviento y en vísperas de la Vigilia de la Inmaculada, un tiempo especial de preparación para la Navidad. Mons. Ginés García Beltrán ha invitado a los fieles a mirar a la Virgen María bajo el misterio de su Inmaculada Concepción, destacando que ella «es la mujer que Dios preparó desde el principio para ser la madre de su Hijo, reservada del pecado, para que su vida fuera un espacio totalmente abierto a la gracia».
El prelado ha señalado que contemplar a María en este misterio «es descubrir que nuestro camino hacia la Navidad no se hace solos, sino acompañados, porque en su vida encontramos un modelo de confianza, abandono y obediencia». García Beltrán ha subrayado que el Adviento no es solo un tiempo de espera, sino un tiempo con sentido: «Es la certeza de que Dios viene, de que sus promesas se cumplen, y esa certeza se apoya en la fe de María».
El obispo ha recordado que María «creyó en la palabra del ángel, aceptó lo que le parecía imposible, se entregó sin reservas», y ha explicado que «su ‘sí’ es la raíz de nuestra esperanza porque nos muestra que Dios actúa en la historia cuando encuentra corazones disponibles». En sus palabras, la Inmaculada «nos enseña que la esperanza cristiana no es ingenuidad ni optimismo superficial, sino confianza en que Dios es fiel».
García Beltrán ha destacado también la actitud de abandono de María: «No conocía todos los detalles de lo que iba a suceder, pero se abandonó en las manos del Señor». Esta entrega, ha afirmado, «es la que necesitamos nosotros en nuestro camino, aprender a dejar que Dios conduzca nuestra vida, incluso cuando no entendemos del todo lo que ocurre». «La esperanza se sostiene en esta confianza, en ese abandono que no es resignación, sino apertura a la acción de Dios», ha añadido.
El obispo ha señalado además la importancia de la obediencia de María, explicando que «ella no puso condiciones, no buscó seguridades humanas, no se aferró a sus planes. Su obediencia fue libre y gozosa porque sabía que la voluntad de Dios es siempre vida». En Adviento, ha recalcado, «la liturgia nos invita a preparar el corazón para acoger al Señor, y preparar el corazón significa aprender a obedecer, a escuchar su palabra, a dejar que su voluntad sea la brújula de nuestra existencia».
Finalmente, Mons. García Beltrán ha recordado que al celebrar la fiesta de la Inmaculada en medio del Adviento, «descubrimos que la Virgen es la estrella que ilumina nuestra espera. Ella nos enseña a confiar, a abandonarnos en las manos del Padre, a obedecer con alegría. Su vida es la prueba de que la esperanza cristiana no es un sueño, sino una realidad». Ha concluido su mensaje invitando a todos a pedir a María que nos acompañe en el camino hacia la Navidad: «Que nos ayude a vivir en confianza, a dejarnos guiar por el Señor y a obedecer su palabra».
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