La Parroquia Inmaculada Concepción (Alcorcón) celebró el pasado 8 de diciembre la fiesta de su patrona con una eucaristía presidida por el obispo de la Diócesis de Getafe, D. Joaquín María López de Andújar.
La misa mayor de las 13.00 horas estuvo concelebrada por los sacerdotes de esta parroquia, D. Francisco Cañadas y D. Ramón Alfredo Mirada, párroco y vicario, respectivamente.
En la homilía, D. Joaquín, haciendo referencia al libro del Génesis, animó a todos los presentes a pisar la serpiente, como hizo la Virgen, y a no dejarse vencer por el mal. Para ello, el obispo recordó las palabras del Evangelio que “nos presenta la esperanza de la redención en María”.
D. Joaquín explicó que, ante el pecado, “Dios no ha fracasado”, para lo cual la figura de la Inmaculada es muy importante. “Nos muestra que el hombre en manos de Dios alcanza la libertad verdadera”, dijo.
María es el consuelo del mal que nos rodea, porque “está ante nosotros como aliento y esperanza”, aseguró el prelado, quien concluyó con un llamamiento. “Ten la valentía de arriesgar en Dios con la fe y el corazón puro. Comprométete con Dios siguiendo el ejemplo de nuestra Madre”, dijo D. Joaquín.
Al finalizar la misa, el obispo procedió a bendecir dos estandartes, uno con la bandera de España y otro con la del Vaticano, que desde el pasado 8 de diciembre están de forma permanente en el templo parroquial, ubicados a ambos lados de la imagen de la Inmaculada que preside el altar.
Como explicó el párroco, la Inmaculada es la patrona de España. “A María debemos encomendar nuestra nación, para que la proteja y para que todos los españoles permanezcan unidos”, aseguró D. Francisco Cañadas.
La bandera del Vaticano refleja nuestra unidad con la Iglesia, “por la que debemos rezar”.
Cada año, el obispo acompaña a esta parroquia en su fiesta. Debido a la inminente jubilación de D. Joaquín, la comunidad parroquial quiso darle las gracias. En representación de todos los fieles, se le regaló una talla en miniatura de la Virgen Inmaculada, como recuerdo de esta comunidad a la que tanto afecto ha demostrado durante muchos años.