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Bajo el lema ‘Nada hay imposible para Dios’, el obispo diocesano presidió el pasado 7 de diciembre la tradicional Vigilia de la Inmaculada en el Santuario del Sagrado Corazón -en el Cerro de los Ángeles-, a la que acudieron fieles de todos los rincones que quisieron ponerse a los pies de Nuestra Señora.
Como es costumbre, los jóvenes tuvieron un protagonismo especial en la segunda parte de la celebración, en la que se desplazaron hasta el Seminario Mayor para velar durante toda la noche junto a la Virgen y participar en diferentes actividades preparadas para la reflexión y la oración.
La jornada comenzó a las 22.00 horas en el Santuario con el canto mariano del Akazistós -interpretado por sacerdotes y seminaristas diocesanos-. A continuación tuvo lugar un tiempo de adoración al Santísimo, para terminar con la eucaristía celebrada por D. Joaquín María López de Andújar. En su homilía pidió a los fieles ponerse “a la escucha de Dios” para empezar a comprender qué es el pecado original y cómo defenderse de él mediante la redención.
D. Joaquín criticó la actitud del hombre de hoy, que “quiere tomar por sí mismo del árbol del conocimiento el poder de plasmar el mundo, de hacerse dios, elevándose a su nivel, y de vencer con sus fuerzas a la muerte y las tinieblas”.
En un tiempo en el que parecemos fiarnos más de la mentira que de la verdad, el prelado recordó que el Amor de Dios es “un don que nos hace vivir”. “Sólo el hombre que se pone totalmente en manos de Dios encuentra la verdadera libertad, la amplitud grande y creativa de la libertad del bien”, afirmó D. Joaquín.
Tras la eucaristía, decenas de jóvenes se desplazaron hasta el Seminario Mayor Nuestra Señora de los Apóstoles, donde disfrutaron del auto sacramental de Calderón de la Barca “El teatro del mundo" y de ratos de oración antes de sacar la imagen de la Virgen en procesión, celebrando un Rosario de Antorchas en la explanada del cerro a las 5.30 de la madrugada. El frío no impidió que los jóvenes rezaran con María por las necesidades del mundo. La vigilia concluyó con un chocolate a las 6.30 de la mañana.