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Jorge Revuelta, párroco de Nuestra Señora del Pilar (Valdemoro), presidió una eucaristía solemne el pasado 12 de octubre para celebrar la fiesta de esta comunidad.
En su homilía, el sacerdote recordó la historia de la parroquia y la necesidad de que todos la sintieran como algo suyo y siguieran colaborando en su sostenimiento.
Además, destacó el intenso servicio pastoral que la parroquia desempeña y enumeró las muchas actividades que en ella se desarrollan, como la atención catequética a más de 200 niños y jóvenes, el servicio religioso a las residencias de ancianos, el consuelo y la compañía a los enfermos del hospital, el acompañamiento a los hermanos en el centro penitenciario y la caridad convertida en alimentos, vestido y asesoramiento a los hermanos más débiles.
“Todo ello es el fruto de la entrega generosa del tiempo y los recursos de cada uno, de muchos, de todos”, subrayó el párroco.
“La parroquia es el lugar donde la misericordia de Dios se hace presente por los pobres actos de entrega de los parroquianos”, concluyó Revuelta.
Esta eucaristía puso el broche de oro a una fiesta que había tenido tres días de preparación espiritual.
El primer día del triduo se encomendó en la oración a los enfermos, quienes recibieron el sacramento de la Unción que tantas veces ha traído sanación de las enfermedades y que siempre es medio de consuelo y santificación de las almas de quienes amorosamente asocian sus dolencias a los sufrimientos de Cristo en la Cruz.
Además, también se rezó por los difuntos de la parroquia, para quienes se pidió la infinita misericordia de Dios, que es amor.
El segundo día se vivió el regalo de la alegría y la frescura de la fiesta con los niños y los jóvenes de la parroquia, que rezaron unidos y realizaron la ofrenda a la Virgen llenos de ilusión.
El tercer día, las familias pusieron sus dones al servicio y bajo la protección de María, madre de Cristo y madre nuestra, como guía y camino seguro para vivir el amor del Hijo, en el amor de los esposos y en la respuesta agradecida a la entrega que antes recibieron de los abuelos.
Fueron unos días festivos que han llenado el corazón de todos los fieles de la parroquia.