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D. Ginés García Beltrán se acercó por primera vez desde que es obispo de Getafe hasta la Parroquia Nuestra Señora de la Saleta (Alcorcón) para conocer a sus fieles, presidir la gala solidaria ‘Un niño, una sonrisa’ y celebrar la eucaristía.
Organizada por el Proyecto de Ayuda al Menor de Alcorcón (PAMA) y Cáritas Parroquial de La Saleta, en colaboración con el Ayuntamiento de Alcorcón, la gala fue un espectáculo de juegos y sorpresas para los niños de las familias que estas entidades solidarias acompañan a lo largo del año con distintas iniciativas.
El momento más esperado por los más pequeños fue la entrega de los juguetes.
“No hay nada más triste que un niño triste, ni nada más feliz que un niño feliz. Por eso agradezco el trabajo y el empeño de PAMA y de Cáritas Parroquial, para que nuevamente a través de esta gala ‘Un niño, una sonrisa’ puedan hacer realidad la felicidad de tantos pequeños al recibir su regalo”, señaló el obispo diocesano al comienzo del acto.
D. Ginés también tuvo palabras de agradecimiento hacia todos aquéllos que con sus donativos hicieron posible esta entrega de juguetes.
Después, el obispo dedicó un tiempo a recorrer las distintas dependencias del complejo parroquial, las viviendas de los sacerdotes, el templo parroquial y el Oratorio de San José.
A continuación, presidió la santa misa acompañado del párroco, José Antonio Medina; del superior provincial de los Misioneros del Verbo Divino, Macario Villalón; del vicecanciller de la Diócesis y secretario particular del obispo, Guillermo Fernández, y del vicario parroquial, Aroldo Herrera.


uniñounasonrisaDurante la celebración, el obispo concedió el ministerio extraordinario de la comunión a nueve hermanos de Nuestra Señora de La Saleta.
En su homilía, D. Ginés manifestó su alegría por celebrar por vez primera la eucaristía en esta comunidad, y se dirigió en especial a los fieles que iban a recibir la bendición para ser ministros extraordinarios de la comunión.
“Vosotros, hermanos muy amados en Cristo, que habéis sido elegidos para tal oficio en la Iglesia, procurad ser, por vuestra fe viva y vuestra caridad, modelos para los hermanos, y vivir intensamente este misterio de unidad y de amor fraterno, y recordad que quienes participamos de un solo pan y de un mismo cáliz formamos un solo cuerpo. Al dar a vuestros hermanos la sagrada Comunión, ejercitad el amor cristiano, según el precepto del Señor, que dijo a sus discípulos cuando les iba a dar su cuerpo como alimento: ‘Esto es todo lo que os mando; que os améis unos a otros como yo los he amado’”, dijo D. Ginés.
Toda la comunidad quedó muy agradecida por la cercanía y la calidez del obispo, quien, al término de la misa, se prodigó en tiempo para saludar personalmente a los presentes.