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El vicario episcopal de Pastoral Caritativa y Social de la Diócesis de Getafe, Aurelio Carrasquilla, presidió el pasado 10 de diciembre, en la Parroquia San Rafael Arcángel de Getafe, la sexta ‘Vigilia por los empobrecidos y los excluidos’.

 

El encuentro, en el que también participó el delegado diocesano de Pastoral Obrera, Rubén Mateos, y los voluntarios de esta área, se inició con la lectura de los datos procedentes el último informe FOESSA en la Comunidad de Madrid, según los cuales un millón de personas se encuentra en situación de exclusión social.

Seguidamente se dio lectura a la Carta a los Romanos (8, 14-25), para hacer una llamada a la esperanza. 

El vicario de Pastoral Caritativa y Social animó a “abrir caminos, a ser iglesia encarnada entre los marginados”. 

El padre Aurelio pidió a los asistentes que la tristeza y el llanto no les impidan avanzar en llevar la luz del Evangelio a los lugares más desfavorecidos de la Diócesis y, juntos, se encomendaron a Dios para ser “realidad encarnada en las realidades marginales y excluidas”.

Para finalizar el encuentro se dio lectura a diez propuestas para llevar a cabo en la Diócesis de Getafe:

1. Abrir los ojos con mirada evangélica y el corazón al sufrimiento de nuestros hermanos que padecen las consecuencias más duras por unas condiciones laborales injustas: parados, empobrecidos, desahuciados… acompañándolos en su situación.

2. Identificar claramente y poner nombres sin camuflajes a las causas y consecuencias de esas situaciones, no sólo en el ámbito nacional o mundial, sino también en el ámbito local, de barrio o de pueblo, de grupos humanos, de familias, etc.… Conocer bien la realidad es el primer paso para proyectar y trabajar su transformación.

3. Aprovechar honestamente y al máximo las ayudas disponibles de la Administración Local, Autonómica y Nacional. Exigir la información y apoyo necesarios a quien corresponda.

4. Apelamos a la responsabilidad empleadores y empleados para que todos cumplan honestamente con su trabajo.

5. Hacer un plan personal y familiar de austeridad: administrarse mejor, reducir gastos prescindibles y sobre todo superfluos, para liberarse de la servidumbre del consumo y estar en disposición de ayudar económicamente a otros.

6. Los que trabajamos podemos compartir significativamente un mínimo del 5 % al 10 % de los ingresos netos, según la situación personal o familiar, con los que sufren el paro y la marginación.

7. Las comunidades e instituciones de Iglesia, parroquias, comunidades religios@s, asociaciones de fieles, movimientos laicales… podemos renunciar a gastos extraordinarios prescindibles, y reducir un tanto por ciento significativo los ordinarios, para compartir con las personas y familias en paro.

8. Suprimir, o al menos reducir, los gastos suntuosos con motivo de las celebraciones sacramentales (bautizos, primeras comuniones y bodas) y los gastos ornamentales en templos, devociones y procesiones de Semana Santa y patronales.

9. Promover equipos o grupos de personas (en parroquias, comunidades, asociaciones…) que organicen cauces comunitarios permanentes para compartir las ayudas económicas y servir de enlaces entre los que buscan trabajo y las necesidades concretas a atender y costear: atención a ancianos y discapacitados, limpiezas de hogares, pequeños arreglos de albañilería, carpintería, pintura y otros trabajos socialmente útiles a descubrir. Los intercambios de servicios, ayudas en metálico y ayudas de trabajo, dignifican a quienes reciben y a quienes dan. 

10. Vivir con gran profundidad y con extrema generosidad la CARIDAD política, es decir unir al AMOR la LUCHA por la JUSTICIA.

La caridad cristiana nos pide trabajar por la justicia social y el bien común (Cáritas in Veritate). Hoy y siempre, “los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio”… hay que decir sin vueltas que existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres. Nunca los dejemos solos (Evangelii Gaudium).

El conocimiento y profundización de los cristianos en la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) es hoy una necesidad. Para quienes deseen conocerla, la HOAC y HHTT ofrecen cursos, además la HOAC también ofrece charlas, reflexiones sobre los criterios fundamentales de la DSI y de la configuración actual del conflicto social.