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El colegio Juan Pablo II (Alcorcón) acogió el pasado sábado 27 de mayo la Jornada de Apostolado Seglar (AS) en la que participaron unos 150 laicos pertenecientes a grupos, movimientos y parroquias de la Diócesis, acompañados por el obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, el vicario episcopal y el delegado de Apostolado Seglar, Jaime Bertodano y José Fernández Crespo, respectivamente.

El encuentro comenzó con una mesa redonda en la que el prelado diocesano y el profesor de la Universidad San Pablo CEU, Juan Ignacio Grande, moderados por Fernández Crespo, disertaron sobre el lema central de la jornada: '¡Es posible ser cristiano hoy en el mundo! 

Ambos ponentes arrojaron luz sobre las posibilidades de evangelización en un mundo cambiante.

D. Ginés habló de su propia experiencia pastoral abordando el tema con esperanza y mirada positiva.

"Es evidente que vivimos una época de secularización tremenda en la que el hombre está construyendo su propia realidad al margen de Dios" aseguró García Beltrán, que añadió: "estamos viviendo un cambio de época (EG 52)... pero debemos afrontar este tiempo como una crisis de crecimiento".

"La Iglesia tiene que reconocerse en los fundamentos de la fe que son inamovibles y luego buscar nuevos modos y lenguajes que lleguen al mundo en el que vivimos" subrayó D. Ginés.

A lo largo de las cuestiones que le iba planteando el delegado de AS el obispo lanzó significativos mensajes al auditorio: la importancia de las relaciones personales, de salir al encuentro del otro dialogando, reflexionando, escuchando, huir del miedo y del pesimismo, formarse y reforzar la fe para después transmitirla, llegar a los más vulnerables, a los que más nos necesitan, provocar interrogantes en el otro, etc.

"Hay que reforzar lo que está dentro, hay que asegurar la identidad de nuestra fe, pero con la mirada puesta en la opción misionera de una iglesia en salida" aseguró el obispo.

El profesor Grande quiso apoyar sus argumentos en algunos ejemplos de su experiencia docente remarcando la situación de pérdida y vulnerabilidad que experimentan muchos jóvenes hoy en día, y que les provocan ansiedad y depresión, "porque hay una crisis de identidad, porque hemos perdido el rostro de Cristo que orienta nuestra vocación".

A pesar de la situación actual que vive el mundo, Juan Ignacio Grande destacó que "nuestra aventura dramática de la vida podemos vivirla con alegría y desde la alegría luchar con esperanza".

Uno de los temas más controvertidos planteados por Fernández Crespo fue el del desarrollo de la inteligencia artificial que destacó cómo las redes y lo virtual están generando un nuevo modelo de realidad y de relación donde Dios parece no tener cabida y ante esta situación se preguntaba por la necesidad de la fe.

Ambos ponentes se mostraron de acuerdo en que la tecnología debe estar al servicio del hombre "pero nunca sustituirle ni convertirse en Dios".

"El corazón del hombre está hecho a la medida del corazón de Dios y desde esa premisa siempre es necesaria la fe. Porque el hombre es criatura y no artificio y de su esencia como criatura arranca su dignidad y los derechos de todo hombre" manifestó D. Ginés.

El prelado quiso poner en evidencia cómo en una sociedad que se fabrica la verdad a su medida, que dice no necesitar a Dios, se da una búsqueda cada vez mayor de lo esotérico, el auge de las pseudorreligiones, ... porque en realidad el hombre tiene sed de Dios: "el hombre está hecho a la medida de Dios, busca a Dios y no descansará hasta que se encuentre con Él, como decía San Agustín".

Después de la mesa redonda, los asistentes, divididos por grupos, pudieron disfrutar de la formación ofrecida en nueve talleres dirigidos por expertos en distintas áreas, como el director del Coro diocesano, Javier Ávila; la comunicadora y fotógrafa Lupe de la Vallina; la CEO de Bosco Films, Lucía Barandiarán; los profesores Alfonso Calavia y Juan Ignacio Grande; el delegado diocesano de Pastoral Obrera, Rubén Mateos; la directora del COF, Auxi Pérez o la Delegada de Catequesis, María Barber, entre otros.

Cada uno en su campo -música, cine, prensa, redes sociales…- ofreció diferentes consignas para evangelizar y transmitir con eficacia el mensaje de la Buena Noticia en medio de una sociedad cambiante.

El encuentro terminó con unas palabras del vicario episcopal de Apostolado Seglar, Jaime Bertodano, quien recogió algunas de las ideas expresadas en la jornada a través de una dinámica final y destacó que es importante "vivir este tiempo con esperanza y siendo dóciles a la voz del Espíritu Santo".

Después de la jornada, el delegado de Apostolado Seglar destacó el clima de fraternidad, unidad y comunión que se había vivido en ella "como expresión del amor de Cristo".

Uno de los matrimonios asistentes, Cristian Cano y Cristina Lozano, de Alcorcón, también han querido manifestar que han podido compartir “con distintos movimientos y carismas de nuestra diócesis las bases de la renovación que trae consigo la nueva evangelización”.

“No hay que hacer nada extraordinario, simplemente fortalecer los cimientos de la fe haciendo especial hincapié en el acompañamiento al prójimo además de vivir y transmitir con nuestras obras y palabras el Evangelio” subrayaron.

 Se puede ver la mesa redonda en el canal diocesano de youtube: https://www.youtube.com/watch?v=sRXAHQcbktI