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El obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, presidió el pasado 2 de abril en Getafe la celebración del Domingo de Ramos, que comenzó con la bendición de palmas y ramos en el Hospitalillo de San José.

Después, acompañado por el rector del Seminario, los formadores y el clero parroquial, el prelado encabezó una multitudinaria procesión por las calles de Getafe hasta la Catedral, junto a la imagen de la borriquita, que se estrenó para este día tan señalado.

También asistieron miembros de la Corporación municipal y de la Hermandad de la Virgen de los Ángeles, patrona de Getafe.

Una vez en la Seo, D. Ginés celebró la eucaristía en la que recordó la importancia de vivir la Semana Santa y acompañar a Cristo en  los momentos más importantes: “hemos venido aquí para renovar la entrada de Jesus en Jerusalén (…). Las celebraciones de estos días y el ambiente de piedad que nos envuelve, nos llaman a vivir los acontecimientos de la pasión muerte y resurrección de nuestro Señor”. 

“Os invito a vivir estos días con fe, con profundidad, unidos a Cristo, identificados con Cristo” insistió el prelado, añadiendo: “el relato de la pasión nos ha introducido en el misterio que nos salva. Cristo nos ha salvado, por su muerte y su pasión, y nos ha hecho partícipes de la victoria de la resurrección”.

El obispo diocesano invitó a la identificación con Cristo en el sufrimiento de la cruz “que la cruz de Cristo sea la imagen de tantas cruces que hay clavadas en el calvario de nuestra historia. Mirar a Cristo es mirar la cruz desde nuestra historia”. 

“Yo os invito a ser el Cireneo del que acaba de hablarnos el Evangelio. Él nos puede inspirar a ser ayuda para los demás: como él compartió con Jesús el peso de la cruz compartimos también nosotros el peso de la cruz de los demás y también nuestra propia cruz” subrayó.

“En las situaciones de pobreza y sufrimiento la ayuda material es importante pero la cercanía la compañía no lo es menos. Llevar la cruz con el otro es decirle que no está solo” expresó D. Ginés.