Domingo 7 de mayo de 2017

Con el lema ‘Empujados por el Espíritu: “Aquí estoy, envíame”’, la Iglesia nos invita a rezar el domingo 7 de mayo por las vocaciones en general y, más en concreto, por las nativas, y a ser generosos en el sostenimiento de su labor evangelizadora en tierras de misión.

El cuarto domingo de Pascua, o del Buen Pastor, es el día dedicado a la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. La Iglesia pide con confianza filial al dueño de la mies que envíe nuevos obreros para anunciar el Evangelio y ser instrumentos de salvación, y le da gracias por las vocaciones que suscita entre los jóvenes.

En España, a esta convocatoria se suma la Jornada de Vocaciones Nativas, de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, que añade a aquella petición el compromiso por las vocaciones en los países de misión.

En su mensaje para la Jornada, los representantes de la Conferencia Episcopal, de Obras Misionales Pontificias y de la Confederación de Religiosos destacan que “lo que da unidad y consistencia a la celebración conjunta de estas dos citas es el carácter universal de cualquier vocación”.

Según ellos, “el compromiso vocacional que anima esta doble jornada es tarea común de toda la Iglesia: afecta a los pastores y a los responsables eclesiales, y también a las comunidades cristianas, pero, sobre todo, este compromiso vocacional está en cada cristiano”.

“A cada uno de nosotros se nos pide oración, cercanía e incluso cooperación económica para ayudar en la formación de aquéllos que son llamados al sacerdocio o a una especial consagración. El Pueblo de Dios ha de tener conciencia clara de que la Iglesia necesita de hombres y mujeres que entregan con radicalidad su vida al servicio de la misión. Y cuando una vocación aparece, la respuesta ha de ser de gratitud al Señor y compromiso para que aquélla no se pierda por falta de recursos humanos, espirituales o materiales”, explican.

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