catecumenadowebLa Catedral Santa María Magdalena (Getafe) acogerá el próximo 18 de febrero el Rito de Ingreso y el Rito de Elección al Catecumenado.


A las 16.30 horas, el obispo auxiliar de la Diócesis presidirá el Rito de Ingreso al Catecumenado de 21 ‘simpatizantes’ (17 adultos y cuatro niños), que se acercarán a la Iglesia católica de la mano de sus padrinos y de sus familiares para pedir la fe de Jesucristo y renunciar a los ídolos y al demonio.
D. José Rico presidirá esta celebración litúrgica de enorme belleza, que refleja la acogida cariñosa de la Madre Iglesia a sus hijos.
Los ‘simpatizantes’, que tienen entre seis y 52 años de edad, pertenecen a 13 parroquias de 11 localidades distintas de la Diócesis: Alcorcón, Boadilla del Monte, Cubas de la Sagra, Leganés, Fuenlabrada, Getafe, Pelayos de la Presa, Pinto, Torrejón de Velasco, San Martín de la Vega y Valdemoro.
Tras el rito de la signación, en la que serán marcados con la cruz de Cristo para que su Luz les ilumine la mente, los ojos, la boca, el corazón y toda su vida, serán invitados a entrar en el templo.
En pos de la cruz de Jesucristo, ocuparán el puesto que tienen reservado para escuchar y acoger la Palabra de Dios en su corazón.

A las 19.00 horas será la celebración del Rito de Elección o inscripción del nombre al Catecumenado.
En esta celebración participarán 14 catecúmenos, que posteriormente recibirán los sacramentos de la iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía) en la noche de la Vigilia Pascual.
Todos ellos asistirán a este Rito de Elección al Catecumenado acompañados por sus catequistas y por los que serán sus padrinos de bautismo.
Pertenecen a 13 parroquias de nueve localidades distintas de la Diócesis de Getafe, en las que han recibido las catequesis y un acompañamiento muy cercano por parte de sus catequistas y de sus sacerdotes.
El primer domingo de Cuaresma se abrirá para ellos una nueva etapa, la de Purificación e Iluminación, en la que la Iglesia les brinda la oportunidad de predisponerse intensificando la oración y el sacrificio para morir a su vida caduca y nacer a la vida nueva de la Gracia.