Los habitantes del municipio de Chinchón celebrarán a mediados del mes de agosto las fiestas en honor de sus santos patronos, la Virgen de Gracia y San Roque. 

El obispo de Getafe, D. Ginés García Beltrán, presidirá la misa mayor en honor de San Roque, el domingo 16 de agosto, a las 12.00 horas, en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción.

Para prepararse espiritualmente para la fiesta, desde el jueves 6 de agosto comienza la novena, que se celebrará todos los días a las 20.00 horas, en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, ante la imagen del santo que será trasladada desde la Ermita.

El sábado 15 de agosto,  a las 12.00 horas, tendrá lugar la solemne misa mayor en honor de Nuestra Señora de la Virgen de Gracia, presidida por el párroco D. Pedro Chaparro. 

Desde el 16 de agosto la Ermita de San Roque permanecerá abierta hasta el 31 de agosto, en horario de 19.30 a 22.00 horas, para todos los que quieran acercarse a rezar ante el santo patrono.

 

CELEBRACIÓN POR LOS DIFUNTOS DE LA HERMANDAD Y FALLECIDOS POR LA PANDEMIA

El sábado 1 de agosto, a las 20.00 horas, en la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, se celebrará una eucaristía solemne en honor de san Roque donde se encomendará al santo patrono a los difuntos de la Hermandad y también a todos los fallecidos por la Covid-19 en esta localidad.

 

El origen de los patronos se remonta a la Edad Media.

La  iglesia parroquial más antigua de Chinchón fue la advocada a Nuestra Señora de Gracia, de la que, en la actualidad, se conserva su torre. Se tiene constancia de esta iglesia ya en el siglo XV.

Por otra parte, la costumbre de los vecinos de implorar a los santos durante las épocas de epidemias, hizo que el pueblo de Chinchón se acogiera al amparo de San Roque cuando  la localidad fue azotada por la peste. Casualidad o milagro la epidemia remitió y los primeros encierros celebrados en la villa, que datan de mediados del siglo XVI estaban dedicados a este santo, con la particularidad que se corrían los toros a las seis de la tarde. Años después, ya en el siglo XVII, se funda una ermita en su honor, donde vecinos y visitantes hacen sus ofrendas en los días previos a su gran festividad.