Belen del Seminariodentro1El belén del Seminario Mayor Nuestra Señora de los Apóstoles, ubicado en la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, en el Cerro, se puede visitar todos los días desde las 8.30 a las 20.30 horas hasta el domingo del Bautismo del Señor.

Resultado de un gran esfuerzo, y con figuras del prestigioso belenista José Luis Mayo, el belén, de gran tamaño, recrea las principales escenas del nacimiento de Jesús: el anuncio del ángel a los pastores, el pesebre, la visita de los magos, el castillo del rey Herodes y un sinfín de cuidados detalles para deleite de niños y mayores.

Cuenta el sacerdote Alfonso Carlos del Río Cánovas, uno de los directores espirituales del Seminario, que “cada año el belén tiene temática marcada por la actualidad eclesial y en esta ocasión es la sinodalidad y preside el belén una cita del Papa Francisco extraída de su homilía del 10 de octubre pasado, en la misa que daba inicio al sínodo de los obispos sobre la sinodalidad”. 

En cuanto a la representación, es una catequesis que se inicia en Egipto: “un largo camino viene de Egipto (se ve una pirámide en su inicio) y va recorriendo toda la tierra, convocando a todos a ponerse en marcha hacia el Misterio”. 

Cada escena tiene su significado, continúa Del Río: “en primer término está la Anunciación a los pastores, en medio del camino, junto a una plaza, un mercado y una fuente, lugares de reunión y encuentro, en los que resuena la convocatoria de Dios a salir y ponernos en camino. Todo este camino desemboca en el establo de Belén, donde aparece en brazos de José y ante la mirada amorosa de María, el Dios que se ha hecho cercano para ser ‘el Camino’ y conducir a los hombres hacia su plenitud. San José sostiene al Niño porque es el belén del Seminario y representa la vida y misión de los que se forman en él”. 

“El establo está abierto, como camino que no termina allí, en el encuentro del Niño, sino que allí comienza, y lo primero que se encuentra en ese mundo al que nos lanza el Dios humanado es un personaje tullido (el mundo del sufrimiento y la enfermedad), otro dormido (el mundo anestesiado por el consumo y el individualismo, insensible a lo divino y lo humano), la matanza de los inocentes (el mundo sacudido por la violencia, la opresión y la injusticia), esto en medio de un paisaje desértico, con vegetación seca (el mundo que abusa de la creación sin pensar en las generaciones futuras) y, finalmente, un volcán en erupción, como gesto de afecto y solidaridad con todas las personas que han sufrido las consecuencias del volcán de La Palma y otros desastres naturales a lo largo de este año” explica Alfonso.

“El ‘Camino’, Jesús, nos pone en camino hacia ese mundo que le necesita y para el que nosotros debemos ser su presencia y la prolongación del amor con el que Él ha salido de la Trinidad a caminar entre los hombres para conducirlos a Ella. Y si inicialmente está lleno de figuras típicas israelitas, a él se incorporan los Magos de Oriente, que representan la invitación a la humanidad entera a incorporarse al camino que Dios ha abierto en el mundo con su encarnación. Todo esto es lo que hemos pretendido representar este año” concluye.

Una propuesta es visitar el belén en familia y que los padres narren a los hijos el milagro de la venida del Señor, impartiendo una bella catequesis y parándose a reflexionar sobre cada una de las escenas expuestas.