consagracionmoralejadentroLos fieles de Moraleja de Enmedio celebrarán el fin de semana del 15 y 16 de julio el 86 aniversario del prodigio que ha mantenido incorruptas 16 formas consagradas desde la época de la Guerra Civil en esta localidad.

El viernes 15 de julio, a las 22.00 horas, tendrá lugar la vigilia de oración presidida por el párroco Rafael de Tomás, en la Parroquia San Millán. El prodigio eucarístico quedará expuesto durante toda la noche y todo el día 16 para su adoración y se ofrece a los fieles de la Diócesis la oportunidad de apuntarse a un turno para acompañar al Señor expuesto.

El sábado 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen, se rezará el Rosario a las 19.30 horas y De Tomás celebrará la eucaristía a las 20.00 horas.

Al término de la celebración se procederá a realizar un acto de adoración y se impartirá la bendición con el prodigio eucarístico.

Se concluirá con un ágape fraterno.

La Parroquia ofrece la posibilidad de rezar ante el prodigio eucarístico durante todo el año: de lunes a viernes, desde las 10.00 a las 12.00 horas por la mañana y los jueves de 10.00 a 19.00 horas.

Hasta hoy se han consumido ocho formas de las 24 que había originalmente. Dos de ellas por los anteriores obispos de la Diócesis de Getafe, D. Francisco José Pérez y Fernández Golfín y D. Joaquín María López de Andújar (actual obispo emérito), que atestiguaron que su forma, su tamaño, su textura y su sabor no habían sufrido ningún daño.

A lo largo de estos 86 años, la devoción de los habitantes de Moraleja de Enmedio ha ido en aumento. El párroco Rafael de Tomás destaca que “a lo largo de los años se ha visto como aumentaba la fe del pueblo gracias al prodigio. Incluso hay testimonios de curaciones gracias a su intercesión que se están estudiando. Y no sólo ha fortalecido su fe, sino que ha hecho crecer el amor a Cristo Eucaristía”.

“La Parroquia San Millán se ha convertido en un lugar de peregrinación al que acuden muchas personas a conocer este prodigio y a rezar ante él”, subraya el párroco.

La misa del día 16 de julio será transmitida por el canal parroquial de youtube:

https://www.youtube.com/c/ParroquiaSanMill%C3%A1nMoralejadeEnmedio/featured

Toda la información está en la web de la parroquia: https://www.smmoraleja.com/

 

Historia del prodigio

 

El 16 de julio de 1936, Clemente Díaz Arévalo, párroco de Moraleja de Enmedio, consagró varias formas para dar de comulgar al pueblo en la fiesta del Carmen. Con las que sobraron dio la comunión los días 17 y 18, cuando le obligaron a cerrar el templo. 

El 21 de julio, permitiéndole que celebrara un funeral, aprovechó para sacar a escondidas las formas sobrantes. Guardó en un pequeño copón 24 formas por si tenía que dar la comunión a algún enfermo, pero, por los acontecimientos difíciles del comienzo de la Guerra Civil, tuvo que huir del pueblo y dejó encargadas a las ‘Marías de los Sagrarios’ la custodia de las Sagradas Formas. 

El pueblo se decidió a custodiarlas, adorarlas y defenderlas de cualquier sacrilegio y profanación. Desde entonces, permanecen incorruptas hasta hoy. Todo un regalo que el Señor ha hecho al pueblo de Moraleja.

Las hostias, 24 en un principio, fueron escondidas en un copón primero en casa de Hilaria Sánchez, esposa del secretario municipal, pensando que allí se encontrarían a salvo. Como no era infundado el temor a un registro, días después trasladaron el coponcito al domicilio de Felipa Rodríguez, que lo escondió en una cueva subterránea de la casa. 

Unas dos semanas después se llevaron a la bodega de Isabel Zazo, una feligresa perteneciente a las ‘Marías de los Sagrarios’, donde el copón permaneció más de 70 días enterrado a 30 centímetros de profundidad.

A finales de octubre de 1936, las fuerzas republicanas ordenaron evacuar Moraleja de Enmedio y los vecinos obedecieron, no sin antes desenterrar el pequeño copón. 

Obervaron cómo su estado se iba deteriorando debido a la humedad, y como había que evacuar el pueblo, buscaron otro lugar donde esconderlo: en lo alto de una viga, dentro de un roto que la propia viga tenía, en la bodega de la superficie. Cuando pudieron regresar a sus hogares, el coponcito continuaba donde lo habían escondido, aunque lo encontraron completamente oxidado y ante el temor de que las sagradas formas hubieran sufrido algún daño lo abrieron y vieron cómo las 24 formas originales estaban en perfecto estado de conservación.

Las formas fueron trasladadas a otro lugar de la casa y quedaron vigiladas por las mujeres del pueblo.

Quince días más tarde llegaron a Moraleja dos sacerdotes, capellanes castrenses de un tercio de requetés, quienes, informados de la existencia de este prodigio, llevaron las formas en procesión desde la casa hasta la escuela. Celebraron la Eucaristía y comulgaron con dos de ellas comprobando que su sabor seguía siendo bueno cuatro meses después de su consagración. 

Cuando se restauró la Iglesia y habiendo regresado el párroco trasladaron el pequeño copón al Sagrario de la Parroquia. Antes se administró la comunión con una de estas formas a un enfermo. 

El 13 de noviembre de 2013 se cambiaron a un copón de cristal que permite la visualización y adoración de las Sagradas Formas, situado en un expositor encima del Sagrario de la Parroquia. Por las visitas episcopales que tenían que verificar el estado de la Sagradas Formas, se han consumido otras cinco hostias, quedando actualmente 16 de ellas y algún fragmento.