InmaculadaEn el Año de la Fe y siguiendo el deseo del Papa de la Nueva Evangelización, el Obispo de Getafe, Mons. López de Andújar, se ha dirigido a todos los fieles de la Diócesis y en particular a los jóvenes invitándoles a la Vigilia en honor de la Inmaculada que tendrá lugar en el Santuario del Sagrado Corazón del Cerro de los Ángeles, el próximo viernes 7 de diciembre, a las 22:00h.

Queridos hermanos y amigos:

En estos momentos, en los que la Iglesia entera siente con tanta fuerza la urgencia de la evangelización, nuestra mirada se dirige de una manera muy especial a nuestra Madre la Virgen María.

Evangelizar es acercarse a los hombres, a cada hombre, con amor, y caminar con él al encuentro de Jesús. Este camino de amor y de encuentro con el Señor sólo lo podemos hacer si María nos acompaña y nos guía.

Ella nos muestra a Jesús y nos invita a contemplarle. Nadie se ha dedicado con la asiduidad de María a la contemplación del rostro de Cristo. Los ojos de su corazón se concentran en Él ya en la Anunciación, cuando lo concibe por obra del Espíritu Santo. En Belén, sus ojos se vuelven también llenos de ternura sobre el rostro de su Hijo cuando “lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre” (Lc 2,7).

Desde entonces su mirada, siempre llena de adoración y asombro, no se apartará jamás de Él. Su mirada será, en ocasiones, una mirada que interroga, como en el episodio de la pérdida del Niño Jesús en el Templo: “Hijo ¿por qué nos has hecho esto?” (Lc 2,48). Otras veces será una mirada penetrante capaz de leer lo íntimo de Jesús, hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir anticipadamente sus decisiones, como en las bodas de Caná (cf. Jn 2,5). Otras veces será una mirada llena de dolor y generosidad, sobre todo al pie de la cruz, cuando María no sólo comparte con su Hijo la Pasión sino que nos acoge a todos como Madre en el discípulo Juan confiado por Jesús a Ella (cf. Jn 19,26-27). En la mañana de Pascua será una mirada radiante por la alegría de la Resurrección y, por fin, su mirada estará llena de ardor misionero por la efusión del Espíritu Santo en el día de Pentecostés (cf. RVM, 11).

María vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras: “Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón” (Lc 2,19). Los recuerdos de Jesús, impresos en su alma, la han acompañado en todo momento, llevándola a recorrer con su pensamiento y con su corazón los distintos episodios de su vida junto a su Hijo. Y también ahora, gloriosa y radiante en el cielo, permanece intacta su alabanza y su acción de gracias y  va delante de nosotros, que peregrinamos por el mundo, como un foco de luz, enseñándonos a vivir mirando a Cristo y guiándonos para el encuentro con Él.

Un  momento privilegiado para unirnos a María y contemplar con ella el rostro de Jesús es la Vigilia de la Inmaculada.

Os invito a todos, a las familias y con especial interés a los jóvenes, a este precioso encuentro de fe y oración.  La Virgen María hará posible, con su ejemplo, su intercesión y  su amor maternal, que nuestra Diócesis de Getafe sea, cada vez más, una gran familia. Pero no una familia cerrada para protegerse de los peligros del mundo, sino una familia abierta y misionera, deseosa de ofrecer a los hombres el gozo de la salvación de Jesucristo.

Será una Vigilia en la que, junto al corazón de María, sentiremos el amor infinitamente divino y a la vez infinitamente humano del Corazón de Cristo y le pediremos por las familias y por los jóvenes para que encuentren, siempre en Él, el amor que llene sus corazones y la luz que guíe sus mentes; que nos haga misioneros valientes y testigos de la fe. Y, como en años anteriores, renovaremos nuestra consagración a María y, con su intercesión, rogaremos al Señor de la mies que mande sacerdotes santos a nuestra diócesis y abra los oídos a los que son llamados por Él.

Con mi bendición y afecto.
D. Joaquín Mª