Obispo español: El Yunque existe, y no es bueno para la Iglesia

“Es imposible que el Reinado de Cristo en el mundo se instaure recurriendo al engaño, sembrando la desconfianza y provocando la división en la Iglesia”
 
INMA ALVAREZ - 28 FEBRERO, 2015

El pasado 18 de febrero, Aleteia publicó un informe del periodista Santiago Mata, sobre la existencia y actividades en España de la organización conocida como Yunque, una sociedad secreta (o de naturaleza reservada, como dicen algunos que la apoyan) que estaría presente en varias iniciativas ciudadanas de inspiración católica: HazteOir, Profesionales por la Ética, CitizenGo, etc. También se constataba la presencia de miembros del Yunque en instituciones eclesiales consolidadas y en principio ajenas a él, como Ayuda a la Iglesia Necesitada.
 
El artículo desencadenó una oleada de críticas por parte de varios sectores católicos, e incluso por personas de buena fe a quienes estas revelaciones les parecían inauditas. Una reacción comprensible y esperada, a pesar de que informaciones similares habían sido ya reveladas por otros medios católicos (ver entrevista a Victoria Uroz en Forum Libertas).
 
A pesar de ello, en Aleteia hemos defendido la veracidad de la información publicada, avalada por el contenido del juicio contra Fernando López Luengos, y por numerosas pruebas y testimonios jurados a los que hemos tenido acceso.
 
Uno de ellos es el de monseñor José Rico Pavés, obispo auxiliar de Getafe y uno de los testigos en el juicio anteriormente aludido. Monseñor Rico Pavés era secretario técnico de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe cuando se redactó el informe.
 
En esta entrevista concedida a Aleteia, monseñor Rico Pavés revela cuál es su conocimiento sobre el Yunque, y por qué considera su presencia como perjudicial para la Iglesia:

1. Usted testificó en el juicio contra Fernando López Luengos, en el que se dirimía si hubo o no violación del derecho al honor contra la Asociación HazteOir.org por vincular a miembros de esta Asociación con la sociedad secreta Yunque en un informe encargado por la Conferencia Episcopal. ¿Por qué le llamaron a usted a testificar?
El informe fue encargado por la Comisión Episcopal de la Doctrina de la Fe, de la Comisión Episcopal Española, de la cual yo era entonces Secretario Técnico. El informe me fue entregado por el Prof. López Luengos en mayo de 2010 y la Comisión dialogó sobre él en dos reuniones, celebradas en junio y septiembre de ese mismo año. He participado de forma directa en estos hechos. Considero que testificar sobre ello es de justicia.

2. Usted confirmó que el contenido del artículo de Santiago Mata publicado por Aleteia sobre la existencia del Yunque es veraz y no añade nada nuevo a los testimonios corroborados en sede judicial. ¿Se ratifica en esa declaración que nos concedió?
Efectivamente, cuando desde Aleteia he sido preguntado, he confirmado telefónicamente que el contenido del artículo de Santiago Mata sobre la existencia de Yunque es veraz y que la información que ofrece sobre esta asociación secreta se ajusta a lo contenido en el informe del Prof. López Luengos, informe que ha sido considerado “esencialmente veraz” en sede judicial, con sentencia que ya es firme. Además de la información sobre el Yunque, el artículo contiene valoraciones propias del autor sobre asociaciones en las que existen miembros del Yunque. Naturalmente, esas valoraciones o interpretaciones de algunos hechos pertenecen a su autor. Lo que puedo confirmar de esas asociaciones es la existencia de miembros del Yunque. Respondiendo, por tanto, a su pregunta, ratifico mi declaración y confirmo que la información sobre el Yunque se ajusta al informe del Prof. López Luengos; confirmo también que existen miembros del Yunque en la Asociación HazteOir.org y que un consejero de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) es miembro del Yunque. Este último dato lo he confirmado también al Director de AIN primero telefónicamente y después de forma personal en un encuentro que hemos mantenido los obispos de Getafe con la Presidenta, el Director nacional y el Consiliario de AIN en España. En ese encuentro se nos ha confirmado que sólo en una ocasión ese consejero intervino en la contratación de una persona. El encuentro con la directiva de AIN en España ha sido muy cordial y clarificador: la Presidenta ha agradecido mucho nuestras orientaciones y nos ha asegurado que actuará con firmeza para alejar de AIN cualquier presencia del Yunque. Ratifico también que en la diócesis de Getafe hemos comunicado a los sacerdotes, a través de los arciprestes y de los responsables de las delegaciones diocesanas, la carta que en septiembre escribí al Presidente de la Asociación HazteOir.org rogándole que la Asociación que él preside se abstenga de acudir a las instituciones de nuestra diócesis (parroquias, delegaciones, etc.) para dar a conocer o promocionar sus iniciativas.

3. ¿Cómo supo usted de la existencia del Yunque?
He conocido la existencia del Yunque en tres etapas. La primera información detallada de la existencia y funcionamiento del Yunque la recibí hacia el año 2003. Dos años antes, yo había empezado a trabajar como Secretario Técnico (Director del Secretariado) de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, de la Conferencia Episcopal Española. Entonces un grupo de personas que habían pertenecido al Yunque y habían colaborado a su implantación en España contactaron conmigo y me hablaron de esta asociación secreta. En España empezaban a funcionar algunas asociaciones y plataformas en las que actuaban miembros del Yunque, pero su incidencia era aún muy reducida.
La segunda etapa se da en los años 2009 y 2010. Recibimos en la Comisión la Carta de unos seglares que relataban haber escuchado con una docena de personas el testimonio de un joven ante sus padres, que había militado durante años en el Yunque. El joven describió cómo fue captado y formado en ese grupo secreto, cómo funcionaba el grupo y cómo algunos de sus miembros estaban presentes en asociaciones públicas implicadas en la defensa de la familia y de la vida, o de la educación. Los seglares que firmaban la Carta declaraban haber escrito esto para informar a los obispos de la Comisión y pedir, aunque fuera de manera oficiosa, algún tipo de actuación. Pocos meses después llegó el informe del Prof. López Luengos y el diálogo en la Comisión sobre el tema. Los datos que ahí aparecieron concordaban perfectamente con los del primer grupo de personas que me habló del Yunque y descubrí que el número de personas afectadas por el Yunque iba en aumento.
La tercera etapa ha comenzado a finales de 2013 con la demanda presentada por HazteOir.org contra el Prof. López Luengos y el juicio de marzo de 2014, en el que testifiqué. A raíz del juicio he empezado a conocer a muchas otras personas afectadas por el Yunque y me he sorprendido al comprobar con dolor la actitud de algunos miembros de asociaciones en las que existen miembros del Yunque. Algunos lo saben, pero lo consideran irrelevante; otros se obstinan en negarlo, aunque de ello se deriven acusaciones dañinas a otras personas; otros –quizás la mayoría- prefieren mirar para otro lado y centrarse en el trabajo que desarrollan en esas asociaciones, pues el fin que persiguen es bueno.
Le puedo asegurar que no conozco el Yunque por las conjeturas de personas rencorosas que quieren destruir las asociaciones en las que hay miembros de esta organización secreta. Conozco el Yunque por el testimonio directo de personas que han pertenecido al Yunque o han estado muy vinculadas a él.

4. ¿Por qué el Yunque es peligroso?
La pertenencia al Yunque desencadena un círculo vicioso del que es imposible escapar. Quien se vincula a una asociación secreta mediante juramento, tarde o temprano tendrá que recurrir al engaño para mantener en secreto la pertenencia a la asociación. El engaño, aunque se quiera disfrazar de “reserva” o “discreción”, es siempre engaño y generará inevitablemente sospechas y desconfianzas. Cuando se quiebra la confianza nace la división. Desgraciadamente, esta es la secuencia que siempre se repite ahí donde hay miembros del Yunque: engaño, desconfianza y división. Es imposible que el Reinado de Cristo en el mundo se instaure –como afirma pretender el Yunque- recurriendo al engaño, sembrando la desconfianza y provocando la división entre los miembros de la Iglesia. La existencia del Yunque responde a una comprensión errónea de la Iglesia y del apostolado seglar asociado.
Si además se analizan el juramento, los medios de captación, las pruebas que deben ir superando los miembros para demostrar su fidelidad a los superiores, etc. se descubre que nada de eso se asemeja a la identidad y misión de los fieles cristianos laicos. En nada de eso se perciben los criterios de eclesialidad establecidos por el papa san Juan Pablo II para las asociaciones laicales, en la Exhortación Apostólica Postsinodal Christifideles laici (30.12.1988), nº. 30.

5. El informe de Fernando López Luengos habla de infiltración del Yunque en asociaciones católicas o de inspiración católica. Muchas de ellas han sido importantes actores públicos a la hora de canalizar la presencia de los católicos en la sociedad española, en los difíciles momentos en que gobernó José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo Gobierno aprobó leyes inaceptables para los católicos. De hecho, la sociedad secreta Yunque pretende defender los valores católicos, la vida y la familia ante los ataques laicistas. Muchos pueden decir: bien, son una sociedad secreta, pero tienen fines buenos. ¿Por qué no dejarles que sigan adelante?
Hay que recordar que el Yunque en cuanto tal no tiene obras propias, de modo que, formalmente, no se puede afirmar que el Yunque controle tal o cual asociación. Son los miembros del Yunque los encargados de crear asociaciones nuevas o de infiltrarse en otras ya existentes. Unas veces se infiltran en asociaciones para captar nuevos miembros, normalmente entre la gente joven, como ocurrió en la diócesis de Getafe hasta que fueron descubiertos. Otras veces se infiltran en asociaciones católicas de prestigio para “proteger” a algunos miembros, de modo que puedan presentarse como directivos o colaboradores de esa asociación. Por esto, aunque persigan fines buenos, sus medios son malos. Ningún bien, por elevado que sea, puede justificar el engaño, la falta de transparencia o la simulación. Son muchas las personas que con sentido apostólico se incorporaron a estas asociaciones para trabajar en defensa de la vida, del matrimonio verdadero, de la libertad religiosa o de tantos otros derechos que hoy están siendo vulnerados de muchas maneras, y que al descubrir miembros del Yunque se han sentido manipulados y traicionados en su confianza. Hoy más que nunca necesitamos fortalecer los vínculos de comunión entre los católicos y para ello es imprescindible andar en verdad, ser transparentes y alejar todo lo que genere desconfianza.
¿Tiene sentido que entre los católicos haya que recurrir a la justicia civil para resolver diferencias en el modo de entender el apostolado? En mi opinión, la directiva de HazteOir.org ha cruzado una línea roja cuando ha interpuesto una demanda judicial a un católico que preparó un informe para la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe. En la diócesis de Getafe hemos pedido al Presidente de HazteOir.org que su Asociación no acuda a nuestras instituciones porque, aunque podamos compartir muchos de sus fines, entendemos que es fundamental perseguir esos fines desde un sentido inequívoco de pertenencia eclesial y con medios adecuados a la tarea apostólica de la Iglesia.

6. ¿Le consta que más obispos españoles están preocupados por la existencia del Yunque?
Así lo percibí en las dos reuniones de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe en las que se dialogó sobre el Yunque. Si no hubiera existido preocupación, no se habría encargado el informe. En ese momento el Arzobispo de Madrid había pedido a algunos miembros reconocidos del Yunque que se constituyeran en algún tipo de asociación pública, canónica o civil. Se pensó entonces que esa actuación sería suficiente y se entregó el informe a la Secretaría General de la CEE para ponerlo a disposición de los obispos que quisieran consultarlo. Corresponde a cada obispo, en el ámbito de su propia diócesis, tomar las medidas que considere oportunas.

7. ¿Qué solución cree que tiene el Yunque? ¿Disolverse? ¿Hacerse público?
La solución pasa por deshacer el círculo vicioso que he mencionado. Mientras siga siendo una organización secreta, seguirá provocando desconfianza y división. Sin embargo, en mi opinión, seguirá siendo insuficiente que se constituya en algún tipo de asociación pública. Como he dicho, el problema de fondo del Yunque está en su comprensión equivocada de la Iglesia y del apostolado seglar asociado. La fecundidad apostólica no se identifica con la eficacia de estrategias destinadas a ganar espacios de influencia y de poder en la sociedad, aunque se pretenda que esas estrategias persigan un fin muy bueno. La fecundidad apostólica pasa por amar con el amor de Cristo, lo cual implica ser con Él semilla que cae en tierra y muere, amar a los enemigos y bendecir a los que nos maldicen. La fecundidad apostólica pasa por arraigar cada vez más –como decía san Juan Pablo II- la conciencia eclesial; “es decir, la conciencia de ser miembros de la Iglesia de Jesucristo, partícipes de su misterio de comunión y de su energía apostólica y misionera”.