catequesisweb Más de 250 catequistas se dieron cita el sábado 13 de febrero para celebrar juntos en la Ermita Nuestra Señora de los Ángeles, en Getafe, el Jubileo del Año de la Misericordia y asistir a una fructífera jornada de formación.
Era un sábado de lluvia, viento y frío. Todos los ingredientes para no esperar demasiada asistencia. Sin embargo, cuando faltaban todavía 30 minutos para el comienzo, ya no había sitio para sentarse en la ermita. El templo se quedó pequeño, pero la puerta era grande. Y así, con buena voluntad y algunas estrecheces, todos cupieron.
Los más jóvenes eran casi adolescentes; otros, ya ancianos. Como siempre en estos foros, muchas más mujeres que hombres. 
Al final, se unieron 250 catequistas, que asistieron con agrado a la conferencia del sacerdote y periodista D. José Antonio Medina Pellegrini, amenizada con las técnicas audiovisuales más modernas.
D. José Antonio relató, con la pasión de quien cuenta algo vivido en primera persona, las correrías pastorales del papa Francisco, empeñado en practicar cotidianamente las obras de misericordia en su etapa como arzobispo de Buenos Aires.
Además, ofreció otros recursos catequéticos descargables de internet, algo que, en estos tiempos, los catequistas agradecen sobremanera.
D. Joaquín María López de Andújar, el obispo de Getafe, y D. José Rico, su auxiliar, estuvieron también presentes durante la conferencia.
Al mediodía, cada catequista recibió una luminaria que quería simbolizar esas obras de misericordia de las que habían escuchado el ejemplo esforzado del papa Francisco.
A continuación, partieron en procesión hacia el Santuario del Sagrado Corazón para atravesar la Puerta Santa con la intención de convertirse en ‘Misioneros de la misericordia’, dispuestos a recibir la caricia de amor y perdón de Dios para dar a los hermanos más pequeños ese amor recibido primero.
La eucaristía posterior fue presidida por D. José, el obispo auxiliar, y concelebrada por una decena de sacerdotes que acompañaban a sus catequistas.
El obispo les pidió que ofrecieran el testimonio de una vida guiada por la caridad y les bendijo, enviándoles como “misioneros de la misericordia” en su labor catequética.
La jornada concluyó con un vino en la explanada del Santuario.