Siguiendo las orientaciones del Papa Francisco para la preparación del Año Jubilar 2025 en Roma, el nuevo programa de evangelización busca profundizar en las enseñanzas del Vaticano II, evaluar su acogida y mejorar su implantación. Tomando palabras de san Juan Pablo II en Tertio millennio adveniente, en el texto se plantean algunas cuestiones a las comunidades de fe, como en qué medida la Palabra de Dios ha llegado a ser plenamente el alma de la teología y la inspiradora de toda la existencia cristiana, como pedía la Dei Verbum. También se pregunta si se vive la liturgia como “fuente y culmen” de la vida eclesial, según las enseñanzas de la Sacrosanctum concilium; y si se consolida, en la Iglesia universal y en las Iglesias particulares, la eclesiología de comunión de la Lumen gentium, dando espacio a los carismas, a los ministerios y a las varias formas de participación del Pueblo de Dios, aunque sin admitir un democraticismo y un sociologismo que no reflejan la visión católica de la Iglesia y el auténtico espíritu del Vaticano II, un interrogante fundamental que debe también plantearse sobre el estilo de las relaciones entre la Iglesia y el mundo.

Como plantea el texto, “las directrices conciliares –presentes en la Gaudium et spes y en otros documentos– de un diálogo abierto, respetuoso y cordial, acompañado, sin embargo, por un atento discernimiento y por el valiente testimonio de la verdad, siguen siendo válidas y nos llaman a un compromiso ulterior”.

LOS OBJETIVOS DEL NUEVO PROGRAMA POR VICARÍAS

En continuidad con el Plan de Evangelización llevado a cabo entre 2019 y 2023, las vicarías han planteado algunos objetivos para los próximos dos cursos. Así, la de Evangelización y Transmisión de la Fe tiene como meta principal la implantación del nuevo Directorio para la iniciación cristiana. Para ello, propone que el primer anuncio del Evangelio vuelva a ser protagonista en la vida de las comunidades, así como el acompañamiento de los nuevos fieles incorporados a la vida de la Iglesia. La revitalización de las celebraciones litúrgicas y de la piedad popular como cauces de evangelización es el segundo de sus objetivos.

La Vicaría para el Apostolado Seglar, que dirige su acción a todos los bautizados, pone en la eclesiología de comunión y en el fortalecimiento de la pertenencia a la Iglesia sus metas principales para el próximo bienio. En esa línea se sitúan otros objetivos, como apostar por una economía de comunión, fortalecer los grupos de matrimonios, impulsar el tejido asociativo y velar en especial por la creación de espacios seguros para todos en los ambientes eclesiales.

Por su parte, la Vicaría para la Pastoral Caritativa y Social apuesta para los dos próximos cursos por la consolidación de los proyectos ya existentes; por el deseo de que Cáritas llegue a todas las parroquias; por el estudio en la Escuela de Doctrina Social de la Iglesia de la Gaudium et spes, y por la puesta en marcha de una Escuela de Salud para todo el personal implicado en el área sanitaria.

Por último, la Vicaría para el Cerro de los Ángeles desea mejorar en la acogida de los peregrinos y en la atención sacerdotal que se les dispensa, así como en el fomento de la espiritualidad al Sagrado Corazón de Jesús.

 

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