sanfranciscojavierweb Por primera vez desde su creación, el templo de San Francisco Javier en Pinto acoge desde el 14 de marzo, y durante diez días, la imagen del Nazareno, para que todos los fieles puedan rendirle culto.
Los miembros de la Hermandad de Jesús Nazareno y San José Obrero fueron los encargados del traslado de la imagen desde su ermita.
Fue un día lleno de nervios, emociones y dudas para cada uno de los hermanos que salieron en procesión. Después de dos meses de ensayos y continuos esfuerzos, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno salía por la puerta de su capilla.
Durante el recorrido, que duró dos horas, los hermanos pudieron dar testimonio de su fe, ésa fe que continuamente les dicen que no existe, pero que una vez más demostraron que está viva en cada una de las personas que forman parte de esta Hermandad.
“Fe, quizá más que el año anterior, por cargar en andas, por compartir la cruz de nuestro señor Jesucristo, ese Nazareno que dio la vida para darnos Vida”, afirma María José Suazo
La llegada a la parroquia fue realmente emotiva. Salieron a recibirles los niños de catequesis de primera comunión y los fieles que esperaban para comenzar la eucaristía dominical. Arroparon a la cuadrilla de anderos, que, con gran esfuerzo, pasaron a Jesús Nazareno por esas puertas bajas. Sin duda, a más de uno se le saltaron las lágrimas, al ver este momento tan emocionante para todos.
Por fin, después de un lustro, Jesús Nazareno descansa dentro de los muros de la parroquia madre, que nació en una humilde capilla hace nueve años, arropada por los miembros de una Hermandad humilde y pobre, pero a la vez enormemente rica. Rica en saber ofrecer y compartir con lo poco que cuenta.
Al terminar la eucaristía, se dio a besar la imagen de Jesús Nazareno, apreciándose el cariño y la devoción de los fieles, que se acercaron con sumo cuidado hasta ella.
Junto a Jesús Nazareno, también se hizo el besamanos de La Caridad y del Divino Cautivo, imágenes custodiadas por la Hermandad.