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El obispo de Getafe, D. Joaquín María López de Andújar ha escrito una carta dirigida a los discípulos misioneros que han participado en la Gran Misión Diocesana, con el título
“Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios”.
El prelado en la misiva agradece la labor realizada en ese período pero les insta a no perder su espíritu evangelizador de la etapa misionera,  a participar en la Vigilia de la Inmaculada y a vivir en familia una santa Navidad.

 

 

Muy queridos discípulos misioneros:
 
Con esta carta cierro la comunicación directa que he tenido con vosotros a lo largo de la Gran Misión Diocesana. Gracias por vuestra oración, vuestro amor a la Iglesia y vuestro espíritu apostólico. La Gran Misión ha terminado, pero la evangelización sigue. Este año nos ha servido para fortalecer nuestra unión con el Señor y con la Iglesia y para acrecentar en nuestro corazón el deseo y la urgencia de anunciar a todos los hombres, siguiendo a nuestro Papa Francisco, el “Evangelio de la Alegría”.
 
Os invito a concluir este año de la mano de la Virgen María participando, si podéis, en la Vigilia de la Inmaculada que tendremos como todos los años en el Cerro de los Ángeles el 7 de diciembre a las 22.00 horas.
 
Dentro de pocos días celebraremos la fiesta de la Navidad y nos diremos unos a otros: ¡Feliz Navidad! ¡Felices Fiestas! Yo también os felicito y os invito a esforzaros para que también en la sociedad estas palabras no pierdan su profundo significado religioso y la fiesta no se quede sólo en sus aspectos más externos.
 
Con la fiesta de la Navidad, que ha sido preparada en el tiempo litúrgico del Adviento, la Iglesia nos introduce en el Misterio de la Encarnación. La Navidad no es simplemente el aniversario del nacimiento de Jesús: es la celebración de un Misterio que ha marcado y sigue marcando la historia del hombre. Lo que celebramos en la Navidad es la presencia de Dios entre nosotros. Celebramos al Dios que vino a habitar entre nosotros, se hizo uno de nosotros: el Eterno ha entrado en los límites del espacio y del tiempo para hacer posible que “hoy” nos encontremos con Él.
 
Cuando decimos: “Hoy ha nacido para nosotros el Salvador” no estamos utilizando una frase convencional. Con esta frase estamos diciendo que Dios nos ofrece “hoy”, “ahora” y “aquí”, en la situación en la que nos encontremos, la posibilidad de reconocerlo y acogerlo, como hicieron los pastores, para que nazca en nuestra vida y la renueve.
 
En la Navidad celebramos la entrada de Dios en la historia, haciéndose hombre, para reconciliar al hombre con Dios. En ella encontramos la ternura y el amor de Dios que se inclina a nosotros y quiere recorrer con nosotros el camino de la vida.
 
Os deseo a todos y a vuestras familias que celebréis una Navidad verdaderamente cristiana, de modo que las felicitaciones de estos días sean una manifestación de alegría por saber que Dios está muy cerca de nosotros dándonos su luz, su vida divina.
 
Pediré al Niño Dios por todos, especialmente por quienes estén pasando alguna prueba dura. Que en estos días santos la caridad cristiana se muestre de forma singularmente activa con los más necesitados.
 
Con mi bendición y cariño.
+ Joaquín María. Obispo de Getafe
 
1 de Diciembre de 2016