30/04/2025. El Vicario episcopal para el Apostolado Seglar, Jaime Bertodano, destaca algunos gestos y palabras del Papa Francisco a lo largo de su Pontificado.
A continuacion, el artículo completo:
El Papa Francisco, con sus gestos y palabras, no ha dejado indiferente a nadie. Desde el principio hasta el final. Nada más ser elegido, empezó pidiendo la oración del Pueblo de Dios. Y terminó bendiciendo al Pueblo de Dios en la mañana del Domingo de Resurrección.
Quiso ser pastor entre las ovejas. Terminó como enfermo con los enfermos. Decían los médicos que era un enfermo ejemplar. Sabemos que pasó por la prueba del dolor en sus últimas semanas de vida, casi como al ritmo de la Cuaresma que vivía la Iglesia, como un vía crucis.
También tuvo su resurrección de Domingo. ¡Cuánto debió gozar saludando a los fieles congregados en su última bendición en san Pedro! Vino desde la lejana Argentina y se fue entre los fieles de Roma.
Su muerte, en el lunes de Pascua, también es un signo para nosotros. En la homilía escrita de este domingo de decía que la fe nos ponía en movimiento. Corramos hacia Cristo, "apresurémonos, pues, a salir al encuentro de Cristo, con el paso ágil de la Magdalena, de Pedro y de Juan".
Así, su última homilía, la hizo "vida" con su muerte, corriendo al encuentro de Cristo. Esto sí que no debe dejarnos indiferentes.
Convocó el año de la Misericordia, y se ha ido en el Jubileo de la Esperanza. Otro signo. Quiso poner la misericordia en el centro de su papado, recordándonos a todos la especial predilección de Jesús por los marginados. Las periferias, los descartados, los más débiles han sido uno de sus acentos más repetidos. Solo la Misericordia de Cristo puede dar verdadera esperanza.
Devoto de la advocación de la Virgen desatanudos, ha querido ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, subrayando su devoción a Nuestra Madre. Quiera Ella en su misericordia desatar el nudo de la muerte en Francisco.