12/05/2025. La elección del cardenal Robert Francis Prevost como nuevo pontífice el pasado jueves 8 de mayo, bajo el nombre de León XIV, ha traído al recuerdo de muchos fieles de la diócesis de Getafe un hecho poco conocido, pero profundamente significativo: el ahora Papa visitó la parroquia Nuestra Señora de la Consolación en Móstoles durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada en Madrid en agosto de 2011.

 Entonces, el hoy Papa era el Superior General de la Orden de San Agustín, cargo que ejercía desde 2001, y participó activamente en las celebraciones organizadas por la familia agustiniana con motivo de la JMJ 2011 en Madrid, convocada por Benedicto XVI. La visita a Móstoles se produjo el sábado 20 de agosto, en un evento que reunió a más de ochocientos peregrinos agustinos de distintos continentes: filipinos, peruanos, tanzanos, checos, italianos y españoles, entre otros.

El propio Robert Prevost presidió una solemne Eucaristía concelebrada por setenta y seis sacerdotes agustinos, acompañado por varios consejeros generales, los cuatro provinciales y dos provincialas de las circunscripciones españolas de la Orden. La celebración fue un testimonio vivo de la riqueza y diversidad del carisma agustiniano, y el entonces Prior General animó a los presentes con palabras vibrantes pronunciadas en tres idiomas, despertando el entusiasmo y la devoción de los fieles.

El párroco en aquel momento, José Souto, recordaba ese entusiasmo en la predicación del padre Prevost y el ambiente de aquella jornada: “Piedad, fraternidad, entusiasmo y alegría. Una ocasión para fortalecer la fe personal, comunitaria y eclesial”.

En esa misma misa, el padre Prevost bendijo las imágenes de San Agustín y Santa Rita “una ilusión —recordaba Souto— largamente acariciada y fiel reflejo de la espiritualidad agustiniana que ha caracterizado la parroquia durante 32 años” y que, desde entonces, presiden el templo como signos visibles de una espiritualidad de hondas raíces en la comunidad parroquial.

Tras la celebración, un grupo de la parroquia ofreció una comida de fraternidad a cuarenta de los asistentes, entre ellos el propio Prevost y los superiores provinciales. El gesto fue un reflejo de la hospitalidad mostoleña y del espíritu comunitario que caracteriza a la parroquia de la Consolación, vinculada históricamente a los agustinos.

Una experiencia de comunidad abierta y alegre

Souto destacaba que la comunidad parroquial “nunca había soñado con un momento tan solemne y agustiniano, celebrado con alegría bajo el techo ardiente de nuestro querido templo de la Consolación”.

Después de la visita del ahora Papa León XIV, el párroco destacaba que “Después de esta visita resta profundizar en los recuerdos. Mirar a nuestro interior y encontrar en los acontecimientos a Dios presente en los hermanos que nos han visitado y regalado su vivencia espiritual”, en clara referencia al Superior General y a los hermanos agustinos.

En su homilía de aquel agosto de 2011, ahora recordada con emoción, el entonces Prior General animaba a vivir la fe como una experiencia de comunidad “abierta y alegre”. 

La parroquia Nuestra Señora de la Consolación, y con ella toda la diócesis de Getafe, guarda ahora ese momento como un tesoro espiritual que se actualiza con la historia.

 

 

 

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