13/10/2025. El domigno 19 de octubre se celebra el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND). El obispo de Getafe, Mons. Ginés García Beltrán, ha escrito como cada año una carta en la que recuerda que "todos estamos llamados a ser misioneros de esperanza en nuestro entorno, en nuestras familias, en nuestros trabajos, en nuestras parroquias" y subraya que "en nuestra diócesis de Getafe tenemos el privilegio de contar con hombres y mujeres que han dado este paso".
A continuación, el texto completo de la carta:
La misión es un signo de esperanza para todos
Queridos hermanos y hermanas en el Señor:
Con alegría y gratitud me dirijo a vosotros en esta Jornada del Domund 2025, bajo el hermoso lema: “Misioneros de esperanza entre los pueblos” (cf. Mt 22,9). Esta llamada evangélica, pronunciada por el Señor en la parábola del banquete, resuena hoy con fuerza en el corazón de la Iglesia, que no cesa de salir al encuentro de todos, especialmente de los más pobres, los más heridos, los más olvidados.
Más de 5.500 misioneros y misioneras, hijos e hijas de la Iglesia, caminan por el mundo llevando la esperanza del amor y de la salvación de Dios. Su entrega generosa, muchas veces silenciosa y oculta, es signo vivo de ese amor que transforma el corazón del hombre y renueva las comunidades. Ellos son testigos de que Cristo está vivo, de que su luz brilla en medio de las tinieblas, y de que su misericordia alcanza a todos los pueblos.
En esta jornada, quiero invitaros a mirar con ojos nuevos a estos hermanos nuestros que han respondido con valentía al mandato misionero. Ellos han dejado su tierra, su familia, sus seguridades, para anunciar el Evangelio en lugares donde la fe apenas ha germinado o donde la esperanza parece haberse apagado. Son verdaderos “misioneros de esperanza”, sembradores de vida, artesanos de comunión.
También en nuestra diócesis de Getafe tenemos el privilegio de contar con hombres y mujeres que han dado este paso. Sacerdotes, religiosas, laicos, jóvenes y mayores que han partido hacia tierras lejanas, desde África hasta América Latina, desde Asia hasta Europa del Este, para ser presencia viva de Cristo. Su testimonio nos interpela y nos anima. Ellos son parte de nuestra familia diocesana, y su misión es también nuestra misión.
Como recordaba el Papa León en su discurso de mayo pasado a las Obras Misionales Pontificias: “vemos la importancia de fomentar un espíritu de discipulado misionero en todos los bautizados y un sentido de urgencia en llevar a Cristo a todos los pueblos. Porque la misión está en el ADN de nuestra fe. No podemos vivir como cristianos sin sentir el ardor de anunciar a Cristo, sin desear que otros lo conozcan, lo amen y lo sigan. Ser cristiano es ser misionero.” Y continua el Papa en el mismo discurso: “La promoción del celo apostólico en el Pueblo de Dios sigue siendo un aspecto esencial de la renovación de la Iglesia, tal como la concibió el Concilio Vaticano II, y es aún más urgente en nuestros días. Nuestro mundo, herido por la guerra, la violencia y la injusticia, necesita escuchar el mensaje evangélico del amor de Dios y experimentar el poder reconciliador de la gracia de Cristo”.
Por eso, esta Jornada del Domund no es solo para “los que se van”, sino para todos nosotros. Todos estamos llamados a ser misioneros de esperanza en nuestro entorno, en nuestras familias, en nuestros trabajos, en nuestras parroquias. La misión comienza en el corazón, en la oración, en el deseo de que el Reino de Dios se extienda. Todo cuenta: la oración humilde, el gesto de afecto y apoyo, la ayuda económica, el testimonio. Todo suma, todo construye.
Quiero agradecer de manera especial a nuestra Delegación diocesana de Misiones, que hace posible que esta red de amor y evangelización llegue a todos los rincones del mundo. Gracias a su labor, nuestros misioneros reciben formación, acompañamiento y recursos para seguir adelante. Y gracias a vuestra generosidad, cada año podemos sostener miles de proyectos que llevan educación, salud, alimento y, sobre todo, el anuncio del Evangelio.
Os animo, queridos hermanos, a vivir esta Jornada del Domund con profundidad. Que nuestras parroquias oren por los misioneros, y nuestras colectas sean expresión de nuestro compromiso. Abramos nuestros corazones a la llamada del Señor: “Id al cruce de los caminos e invitad a todos al banquete” (Mt 22,9).
Que María, Reina de las Misiones, nos acompañe en este camino. Ella, que llevó en su seno al Salvador y lo ofreció al mundo, nos enseñe a ser portadores de esperanza. Y que el Espíritu Santo encienda en nosotros el fuego de la misión, para que nuestra diócesis de Getafe sea cada vez más misionera, más abierta, y más entregada.
Con mi bendición y afecto en el Señor.
+ Ginés García Beltrán
Obispo de Getafe