07/11/2025. La diócesis este sábado 8 de noviembre la III Jornada de Pastoral con Personas con Discapacidad, que tendrá lugar en la parroquia San Vicente de Paúl, en Valdemoro.
El encuentro quiere recordar que “todos, con nuestras capacidades y limitaciones, somos parte viva del Cuerpo de Cristo”, y está dirigido a familias, catequistas, voluntarios y amigos que desean reflexionar y compartir la fe desde una mirada inclusiva.
Gema Belinchón, miembro de esta pastoral diocesana, explica que el área “nace del deseo de que las personas con discapacidad y sus familias sean acogidas e integradas en sus parroquias, acogiendo también la dificultad de cada una de ellas”.
En varias comunidades, añade, “ya se ha incorporado la lengua de signos para las personas sordas y se están eliminando barreras arquitectónicas, porque todos debemos poder participar de la vida de la Iglesia de una forma activa y cercana”.
Belinchón recuerda que esta jornada, que alcanza su tercera edición, “nos ayuda a tomar conciencia de la importancia de caminar juntos como Iglesia, cada uno con su realidad. Genera espacios de reflexión y participación para seguir creciendo como comunidad misionera e inclusiva”.
Una Eucaristía signada y una jornada para toda la familia
El encuentro contará con una Eucaristía signada por el equipo de la Escuela Diocesana de Lengua de Signos, además de conferencias, testimonios y actividades para todas las edades.
“Todos tenemos la necesidad de estar junto al Padre, y para ello necesitamos participar plenamente de la Eucaristía. Si uno de nosotros falta, el cuerpo de Cristo no está completo”, subraya Belinchón.
La jornada se abrirá con una ponencia de Sonia Ortega, responsable en los últimos cuatro años del área pastoral bíblica, que presentará “los personajes bíblicos con discapacidad y su misión en la historia de la salvación”.
Además, la cita está pensada para toda la familia, con talleres y dinámicas adaptadas a los niños. “Queremos dar visibilidad y concienciar a toda la comunidad de que todos necesitamos este espacio de participación”, explica Belinchón. “Las familias que conviven con la discapacidad descubren que forman parte de algo mucho más grande, y eso fortalece su fe y su vínculo con la Iglesia”.
El valor de los hermanos y la santidad en lo cotidiano
Una de las novedades de esta edición será el espacio dedicado a los hermanos de personas con discapacidad, cuyos testimonios tendrán un papel central.
“El año pasado vimos cuánto aportan los hermanos en la vida de las personas con discapacidad, pero a veces no les damos su lugar”, reconoce Belinchón. “Queremos abrir un grupo para que puedan acompañarse en la fe y compartir sus experiencias”.
En el contexto del Día de la Iglesia Diocesana, que se celebra este domingo bajo el lema “Tú también puedes ser santo”, Belinchón subraya que la discapacidad no impide alcanzar la santidad, sino que la ilumina.
“Todos estamos llamados a ser santos. El sufrimiento, cuando se ofrece, nos acerca más al amor de Cristo”, afirma. “Yo misma soy madre de un joven con síndrome de Down, y puedo decir que ese sufrimiento nos une más al corazón de Jesús y nos hace vivir con gratitud lo que el Señor nos regala cada día”.
Con esta jornada, la diócesis renueva su compromiso con un Evangelio inclusivo, donde cada persona —con independencia de sus capacidades— tiene un lugar, una misión y un valor dentro del cuerpo de Cristo.
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