La diócesis de Getafe celebrará el viernes 31 de octubre, a las 20.00 horas, una Misa de acción de gracias por la canonización de san José Gregorio Hernández y santa Carmen Rendiles, los primeros santos venezolanos proclamados oficialmente por la Iglesia católica.
La Eucaristía, que se celebrará en la parroquia Santa Maravillas de Jesús, estará presidida por el obispo diocesano, Mons. Ginés García Beltrán, y contará con la participación de los sacerdotes venezolanos que actualmente sirven en la diócesis, junto con fieles de la comunidad venezolana residente en Getafe y en otras localidades del sur de Madrid.
La celebración, promovida por los propios sacerdotes venezolanos —unos catorce actualmente—, será una ocasión para dar gracias a Dios por el reconocimiento de la santidad de estos dos grandes testigos del Evangelio, profundamente queridos por el pueblo venezolano y admirados por toda la Iglesia universal.
Durante la Misa se elevarán oraciones especiales por el pueblo de Venezuela, que vive momentos difíciles, y por todos los migrantes que han encontrado en la Iglesia diocesana un hogar de acogida, fe y esperanza.
Dos vidas entregadas al Evangelio
San José Gregorio Hernández Cisneros nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú (Venezuela). Médico, científico e investigador, dedicó su vida al servicio gratuito de los enfermos y los más necesitados, ganándose el afecto de todo el país como “el médico de los pobres”. Murió atropellado el 29 de junio de 1919 cuando llevaba medicamentos a una mujer enferma. Su testimonio une ciencia y fe, y representa un modelo de santidad laical vivida desde la vocación profesional y el amor al prójimo. Con su canonización, se convierte en el primer santo laico venezolano reconocido oficialmente por la Iglesia.
Santa María del Monte Carmelo Rendiles Martínez, por su parte, nació el 11 de agosto de 1903 en Caracas. A pesar de haber nacido sin un brazo, respondió con generosidad al llamado de Dios y en 1961 fundó la congregación de las Siervas de Jesús, centrada en la oración eucarística, la vida sencilla y el servicio a los más débiles. Murió el 9 de mayo de 1977. Su vida es un ejemplo de consagración humilde y fecunda, vivida en medio del sufrimiento con fe y esperanza. Con su canonización, se convierte en la primera mujer venezolana canonizada y la primera santa consagrada del país.
Ambos fueron canonizados por el papa León XIV el pasado 19 de octubre de 2025, en una solemne ceremonia en la que el Santo Padre expresó: "Con alegría y profundo reconocimiento elevamos al altísimo altar de la santidad a estos hermanos y hermanas que, con su vida, han mostrado que la caridad no tiene fronteras y que la esperanza cristiana es fuente de verdadera libertad".
Con esta celebración, la diócesis de Getafe se une al gozo de la Iglesia universal y del pueblo venezolano, dando gracias a Dios por estos dos nuevos modelos de santidad que enriquecen el camino de todos los fieles.