El obispo D. Ginés García Beltrán presidirá una eucaristía solemne el domingo 5 de julio, a las 10.00 horas, con la que se inaugura el Año Jubilar en las Madres Carmelitas del Convento de la Encarnación y San José (Boadilla del Monte) con motivo del 350 aniversario de su fundación.

Con la apertura de este Año Jubilar comienza un periodo de Gracia en el que se podrá lucrar la indulgencia plenaria, cuando se cumplan los requisitos demandados para ello –confesión sacramental, comunión eucarística y rezar por las intenciones del santo Padre- y se realice una peregrinación piadosa y allí se participe, individual o comunitariamente, en algún acto piadoso en los lugares determinados, por ejemplo:

-Al visitar la Iglesia de las MM. carmelitas descalzas en forma de peregrinación y rezar frente a las imágenes de Nuestra Señora y de San José, expuestas a la pública veneración.

 -Al participar en los actos que, con motivo del año de Gracia, se organicen: procesiones, triduos, novenas yperegrinaciones.

 -Al participar en la Parroquia San Cristóbal, en el día de la fiesta del titular, el 10 de julio y el día 2 de agosto en que coincide la indulgencia de la "Porciúncula" (enchiridion indulgentiarum, n. 65).

 -A los fieles que asistan devotamente en el solemne rito eucarístico con que comiencen y terminen los actos del año de Gracia (enchiridion indulentiarum, n. 23).

 

Breve historia del convento

La Fundación de este Monasterio de la Encarnación y San José data del siglo XVII. En un principio se llamó solo de la Encarnación, pero en 1.975 las religiosas hicieron las gestiones oportunas para que el titular fuese ‘La Encarnación y San José’ por la valiosísima protección que el santo patriarca concedió durante la construcción del actual edificio en el que vive ahora la comunidad.

Juan González de Uzqueta y Valdés, pariente lejano de santa Teresa, Caballero de la Orden de Santiago y su esposa, María de Vera Gasca y Varco, fueron los Fundadores de este Monasterio.

Los planos los realizó un hermano carmelita descalzo, cuyo nombre se desconoce, autor también de los de otro convento construido en La Rioja.

Juan murió joven, antes de terminarse la construcción del Convento, cuya obra vio rematada su viuda María en 1.674. Una de las Escrituras perdidas decía que "María de Vera Gasca, construiría a su costa el dicho convento e iglesia". Lo dejó dotado para 21 religiosas en cuanto a alimentos y sustentación, no teniendo éstas que presentarse con ajuar alguno. La Iglesia la dejó dotada de todo lo referente al culto, y la ornamentó, además, con varios cuadros. 

Las armas de los fundadores están en el frontispicio del convento y también en los ángulos de la media naranja de la cubierta de la Iglesia, conservando aún su bello colorido.

            Puede leerse esta inscripción, en la pared de la iglesia:

            «Dios Omnipotente y misericordioso, los Sres. D. Juan González de Uzqueta y Valdés, del Consejo y Cámara de Castilla y de la Orden de Santiago, y Dña. María de Vera Gasca y Varco, su mujer, Señores de esta Villa, fundaron y dotaron esta Iglesia y Convento, como consta de las escrituras que están en él, y se otorgaron ante Andrés de Caltañayor, Escribano de Número de Madrid, año 1.670. Acabose en el de  1.674

La Iglesia, como todo el edificio, es de gran sencillez de líneas, de ladrillo. En la fachada principal están los escudos de los fundadores y sobre la gran puerta del templo una hornacina.

Las religiosas fundadoras llegaron desde Alcalá de Henares y en la actualidad, además de a la oración, se dedican a la plastificación de escapularios, detentes, evangelios para bebés, cuadritos, redondeles para colgar en el coche… y otras labores.