transformadosdentroLa Parroquia Santa Maravillas de Jesús (Pl. Francisco Tomás y Valiente. Getafe) acogerá el martes 22 de junio desde las 20.00 horas el encuentro testimonial 'Transformados' en el que tres hombres relatarán cómo su encuentro con Cristo les permitió transformar y reorientar sus tendencias sexuales.

Esta iniciativa, organizada por Media Salud Comunicación, coincide intencionadamente en el tiempo con el conocido como "Orgullo LGTB" Y  tiene el objetivo de  "ofrecer en vivo y en directo varios testimonios de personas que gracias a un encuentro con el Señor dejaron atrás una orientación homosexual, que vivían desde hacía muchos años y que no les hacía feliz."

En la tarde del 22 de junio, Pablo Sánchez (50 años), Jorge Madrid (51 años), ambos españoles y David Espitia, mexicano de 43 años, hablarán de cómo era su vida antes de conocer a Cristo, sus adicciones, sus sufrimientos y cómo fue ese encuentro que les devolvió a la fe y a la Iglesia.

No necesitaron ningún tipo de terapia, fue su encuentro con Jesús lo que cambió sus vidas y, en este encuentro, quieren compartir un testimonio "que ayude a jóvenes y adolescentes confundidos a encontrarse también con Cristo y elegir otra forma de vida".

Pablo vivió su tendencia homosexual desde muy joven y ejerció la prostitución masculina en Madrid. Desesperado estuvo a punto de suicidarse cuando, gracias a un sacerdote de la Diócesis de Getafe, se encontró con Jesús y cambió su vida. Actualmente está estudiando el último curso de Teología para ejercer como profesor.

Jorge empezó a vivir una vida plenamente gay a la edad de 23 años. Una vida que venía acompañada de mucho sexo, alcohol y muchas mentiras, y siempre alejado de Dios. La muerte de su padre le fue acercando de nuevo a la Iglesia donde descubrió que Dios te quiere como eres y que había personas homosexuales que iban a misa.

Después de una confesión y de una conversión radical dejó el sexo, el alcohol, la noche y empezó a frecuentar ambientes cristianos.

David tuvo una infancia difícil en la que sufrió abusos sexuales por parte de su hermana mayor y de hombres jóvenes, hechos que marcaron su juventud y madurez.

Él mismo se transformó en abusador, buscó la satisfacción de su vida a través del sexo y a los 21 años entró de lleno en el mundo gay, incrementando su adicción al sexo, las drogas, el alcohol...

Un amigo le habló de Dios y le invitó a hacer un retiro. Después de mucho insistir asistió y ese fue el momento en que el Señor aprovechó para tocar su corazón.

Se sintió amado profundamente y después de muchas lágrimas y de una larga confesión decidió aferrarse fuerte a Dios y comenzar su cambio de vida. De eso hace ocho años.