icon-pdfDescarga la carta en formato PDF

Carta de D. Joaquín Mª para el

PROYECTO DE EVANGELIZACIÓN DE LOS JÓVENES DE LA DIÓCESIS DE GETAFE: JÓVENES EN LA IGLESIA, CRISTIANOS EN GETAFE DELEGACION DE JUVENTUD

El mandato de Jesucristo a sus apóstoles: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación” tiene en el “mundo de los jóvenes” y de una manera muy especial en nuestra diócesis, una especial urgencia. La juventud, nos dice Juan Pablo II “es el tiempo de un descubrimiento particularmente intenso del propio ‘yo’ y del propio ‘proyecto de vida’; es el tiempo de un crecimiento que ha de realizarse “en sabiduría, en edad y en gracia ante Dios y ante los hombres” (Lc 2,52) (...) La Iglesia ha de revivir el amor de predilección que Jesús ha manifestado por el joven del evangelio: “Jesús fijando en él su mirada lo amó”(Mc 10,21). Por eso la Iglesia no se cansa de anunciar a Jesucristo, de proclamar su evangelio como la única y sobreabundante respuesta a las más radicales aspiraciones de los jóvenes, como la propuesta fuerte y enaltecedora de un seguimiento personal (“Ven y sígueme” Mc 10, 21), que supone compartir el amor filial de Jesús por el Padre y la participación en su misión de salvación de la humanidad. ¡La Iglesia tiene tantas cosas que decir a los jóvenes y los jóvenes tienen tantas cosas que decir a la Iglesia! Este recíproco diálogo – que se ha de llevar a cabo con gran cordialidad, claridad y valentía – favorecerá el encuentro e intercambio entre generaciones, y será fuente de riqueza y de juventud para la Iglesia y para la sociedad civil”.

Ofrezco con gozo y esperanza a todas las personas e instituciones que trabajamos en la pastoral de juventud este “Proyecto de evangelización de los jóvenes de la Diócesis de Getafe”, que ha preparado con mucho acierto la Delegación Diocesana de Juventud. Pretende ser un lugar de encuentro y un fundamento clarificador para todos aquellos que, enriquecidos por el Espíritu Santo con carismas y responsabilidades diversas y moviéndonos en ámbitos institucionales diferentes, queremos vivir el don de la comunión eclesial, enriqueciéndonos mutuamente y ayudándonos para que los jóvenes de nuestra diócesis conozcan, amen y sigan a Jesucristo, nuestro bien supremo y nuestro tesoro más precioso y a la Iglesia, en la cual vive y actúa el Señor resucitado, familia de Dios, instrumento y signo de salvación.

Es muy grande la tarea que hemos de realizar. Son muchos los jóvenes que, inmersos en una cultura alejada de Dios, se sienten perdidos “como ovejas sin pastor”. Pero también sois muchos los que en nuestra diócesis, tocados por el Espíritu Santo, habéis escuchado la llamada del Señor y deseáis con todo el corazón ayudar a los jóvenes a encontrarse con Cristo. La misión que se nos confía es inmensa y apasionante. Sabemos por experiencia que, como la tierra fecunda de la parábola, hay mucha gente joven esperando que algún sembrador deposite en ellos la semilla de la Palabra. No podemos defraudarles. Confiemos en la fuerza de la Palabra. Dejémonos guiar por el Espíritu Santo, que hará posible que en nuestra debilidad se manifieste el poder de Dios.

Deseo y pido a Dios que este proyecto de evangelización acreciente en todos nosotros el ardor apostólico y fortalezca nuestra comunión. “Que todos sean uno para que el mundo crea que tu me has enviado”. Encomiendo especialmente a nuestra Madre la Virgen María los frutos de este Proyecto. Que como el joven apóstol Juan, nuestros jóvenes reciban “en su casa” como madre a María, y ella les lleve con paciencia maternal a Jesús y a su Iglesia.

Con mi bendición y afecto:
+ Joaquín María López de Andújar y Cánovas del Castillo
Obispo de Getafe