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EUTANASIA · El Congreso está a punto de aprobar una nueva ley

Parece inminente la aprobación en el Congreso de la Ley de la Eutana- sia, el pretendido derecho de que un médico quite la vida a un paciente a demanda de éste.

Los obispos de España, nuestro pre- lado D. Ginés García Beltrán y la De- legación de Apostolado Seglar han emitido comunicados expresando su hondo pesar. El título del mensaje de los obispos es elocuente: La vida es undon, la eutanasia un fracaso. En esta carta conjunta, subrayan los aspectos más graves de la aprobación de esta ley.

LOS PUNTOS MÁS DESTACADOS DE LA CARTA DE LOS OBISPOS

“La tramitación se ha realizado de manera sospechosamente acelerada, en tiempo de pandemia y estado de alarma, sin escucha ni diálogo público”.

“Esta ley instaura una ruptura moral; un cambio en los fines del Estado: de defender la vida a ser responsable de la muerte infligida”.

Un cambio radical en la profesión médica, “llamada en lo posible a curar o al menos a aliviar, en cualquier caso a consolar, y nunca a provocar intencionadamente la muerte”.

La despenalización de la eutanasia se lleva a cabo sin que exista un programa asistencial a los pacientes con más sufrimiento. “Urgimos a la pro- moción de los cuidados paliativos”.

Durante la pandemia “ha crecido la conciencia de que acabar con la vida no puede ser la solución para abordar un problema humano. La muerte provocada no puede ser unatajo que nos permita ahorrar recursos humanos y económicos en los cuidados paliativos y el acompañamiento integral”.

La aprobación de la eutanasia provoca una “pendiente resbaladiza”. “La experiencia de los pocos países donde se ha legalizado nos dice que la eutanasia incita a la muerte a los más débiles”.

Con el Papa, nuestros pastores sostienen: “La eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos. La respuesta a la que estamos llamados es no abandonar nunca a los que sufren, no rendirse nunca, sino cuidar y amar para dar esperanza”.

Los obispos invitan a la oración, el cuidado y el testimonio público a favor de la vida, los cuidados y una genuina buena muerte.

Se apela a la conciencia de los legisladores para que actúen según verdad y justicia.