sanisidrocolmenar2webEl viernes 15 de mayo muchos municipios de la Diócesis, como Navalcarnero, Getafe, Batres, Villaconejos, Chinchón o Belmonte de Tajo, celebraron la fiesta en honor de San Isidro, el Patrón de Madrid y de los labradores y de las gentes del campo.

 

En estas localidades, además de una Eucaristía, se realiza una pequeña procesión o romería con la imagen del santo, al que se traslada a los campos cercanos y se procede a la bendición de los mismos.
Uno de los municipios que festeja a San Isidro es Colmenar de Oreja, que celebró las fiestas desde el 12 al 17 de mayo.
En su ermita, situada junto a la fuente de los Huertos, se celebró el triduo al Santo, que comenzó el martes 12 y terminó el jueves 14, caracterizado por la devoción de las gentes del municipio y el ambiente festivo que se respiraba.
El viernes tuvo lugar la misa en su honor en la iglesia de Santa María la Mayor, y posteriormente se hizo la procesión hasta la ermita. D. Antonio Lucero, el párroco, en su homilía destacó la profunda fe del santo que sigue actuando hoy y haciendo milagros entre los fieles que se lo solicitan con fe: “San Isidro, es un labrador, un hombre de Fe, que sabe que desde donde sale el sol hasta su ocaso, es tiempo de trabajar para arrancar a la tierra con el sudor de su frente todo lo que ella le pueda dar, dedicándole todo su tiempo y su afán. Pero esto por sí solo no es suficiente para conseguir el objetivo esperado y deseado: una mies  abundante; sabe que la lluvia temprana y tardía que hará fructificar el esfuerzo realizado con la semilla depositada en la tierra, él no la puede controlar con su voluntad, ni depende de su sola sabiduría humana, ni de su experiencia como labrador, esa solo depende de Dios, y a Él, solo se le puede implorar e invocar con fe, y , abandonándonos a sus manos en la oración confiada que clama desde lo más íntimo del ser con fervor y amor que se haga su voluntad, y que se sirva del esfuerzo del labrador para que la tierra produzca frutos abundantes que permitan la vida con dignidad de toda su familia”. También señaló que la tarea del campo, la del labrador es una tarea que compromete a toda la unidad familiar, donde cada uno aporta su granito de arena, así como en la Iglesia, como unidad familiar, cada uno debe aportar su particular carisma para contribuir al bien común: “Y es que el oficio de labrador implica y compromete a todos los miembros de la unidad familiar de una forma u otra; la familia del labrador son todos labradores, y todos se saben llamados a arrimar el hombro y  a empujar en la misma dirección, y a no escatimar esfuerzo alguno,  y expresar así la comunión de vida y amor que tal condición os exige, así debéis vivir vuestra peculiar manera de ser Iglesia doméstica. Éste es el ejemplo recibido de este matrimonio que forman San Isidro y Santa María de la Cabeza y que nosotros debemos abrazar como referente constante en la vida de cada una de nuestras familias de labradores cristianos”.
A continuación, se celebró la tradicional almoneda (subasta) con productos del campo y dulces típicos de la tierra.
El sábado, los vecinos pudieron disfrutar de un desayuno con churros y un chispazo de anís en la explanada de la ermita, disfrutando de una agradable mañana. Posteriormente se celebró un concurso de arada.

El domingo llegó el momento de la tradicional romería con la imagen del santo por las calles de la población, visitando zonas como la ermita y los jardines del Cristo, donde los vecinos de Colmenar y alrededores participaron vistiéndose con los trajes típicos y acudiendo con sus carrozas y caballos.
Al terminar, muchos acudieron a comer al bonito entorno de la fuente de los Huertos, donde montaron sus mesas y disfrutaron de un agradable día de campo en compañía de familiares y amigos. Unos bailaron, otros jugaron a las cartas, mientras los niños se divertían montando a caballo o dándose un pequeño baño en los pilones.
También los hubo que simplemente disfrutaron de la compañía de los seres queridos, conversando y degustando el guiso típico del pueblo, el Desarreglo, que repartieron a todos los vecinos que acudían, todo ello amenizado con la actuación musical del grupo local rociero Trikana.
Grandes y pequeños disfrutaron en familia como cada año de estas fiestas.