niñomasfuturowebComo cada año, Más Futuro ha conseguido becas para que los hermanos mayores de niños rescatados del aborto por esta organización hayan podido participar en diferentes campamentos de verano…
Gracias a su trabajo, niños y jóvenes disfrutan de unos días de contacto con la naturaleza, conocen lugares nuevos, hacen amigos y crecen como personas cerca de Dios.
Alejandra María Rodríguez, rescatadora Juan Pablo II de la Asociación Más Futuro, destaca en el blog de esta institución (https://rescatadoresjp.wordpress.com/2015/07/18/un-angel-en-el-campamento/) el caso de un pequeño de ocho años, hijo de una madre que fue violada en repetidas ocasiones y que atraviesa una complicada situación familiar, que, sin embargo, se ha convertido en ejemplo para todos los chavales que han participado en los campamentos de Más Futuro.
Según Alejandra, “él consiguió hacer, desde un pequeño lugar, que el mundo fuera un poquito mejor”, y demostró que, pese a ser fruto de una violación, “la maldad no se hereda”.

 


Este es el testimonio de Alejandra:
Durante el último mes, he realizado gestiones para conseguir becas en campamentos de verano para los hermanos mayores de nuestros niños rescatados. Me ocupo del antes, durante y después del campamento. Es una gran oportunidad para ellos: se les brinda a niños y jóvenes la oportunidad de poder disfrutar de unos días en contacto con la naturaleza, de conocer lugares nuevos, hacer amigos… y, sobre todo, de crecer como personas cerca de Dios. Marta Velarde, la fundadora de Más Futuro, insiste en la importancia del ejemplo de los hermanos mayores. Entre tantas historias que estos días he tenido la oportunidad de conocer, quiero hablar de una:
Digamos que se llama Ángel (nombre ficticio) y tiene 8 años. Al finalizar su campamento he hablado con la jefa de campamento y con su monitora para ver qué tal le han visto durante la experiencia. En un primer momento, me sorprendió escuchar cómo la jefa se deshacía en palabras de elogio hacia el pequeño; lo describió como “el niño mimado del campamento”. Era el más pequeño de todos los varones y se hacía querer. Siempre con una sonrisa, a veces un poco pillín, pero simpático y cariñoso. Con su alegría y espontaneidad se ganó el cariño de todos, grandes y pequeños. Generoso, amigable, divertido… En definitiva: un pequeño ángel.
Pero nuestro pequeño Ángel no ha tenido una vida fácil: fue concebido al ser su madre ser violada en repetidas ocasiones y la situación familiar que tiene a día de hoy no es sencilla. Pero él es una pequeña luz para el mundo.
Muchas veces la gente afirma que los hombres que son capaces de violar a una mujer son monstruos. También muchas otras añaden, gratuitamente, que si la mujer queda embarazada nacerá un monstruo. PERO NO ES CIERTO. Algunas de las mujeres que atendemos han tenido hijos en estas condiciones y ellos son buenos y cariñosos. La maldad no se hereda: es una simpleza fruto de la ignorancia afirmar algo así. Nuestro pequeño Ángel se ganó el corazón de todos por ser él mismo. Consiguió hacer, desde un pequeño lugar, que el mundo fuera un poquito mejor. Su mamá puede estar orgullosa de él y de su valiente decisión.