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Salamanca acogió del 2 al 6 de agosto el Encuentro Nacional de Vírgenes Consagradas, en el marco del Año de la Misericordia, en el que participaron representantes de la Diócesis de Getafe, como Norka C. Risso.
Bajo el lema ‘La Alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia’, unas 60 vírgenes consagradas participaron en la XXVI edición de este Encuentro Nacional del Ordo Virginum.
En la recepción de bienvenida estuvieron D. Florentino Gutiérrez, vicario general de la Diócesis de Salamanca; D. Alfredo Fernández, delegado del Ordo Virginum en Salamanca, y Dña. Margarita Martín, virgen consagrada de la Diócesis de Salamanca.
En este XXVI Encuentro Nacional del Ordo Virginum también participó D. Ricardo Blázquez Pérez, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, quien con su ponencia ‘El Ordo Virginum y su relación intrínseca con la Iglesia’ recordó a las asistentes la misión de las vírgenes consagradas.
D. Ricardo Blázquez habló de la dimensión nupcial, es decir, del ser esposas de Cristo; de la dimensión apostólica en la Iglesia y en el mundo, al servicio de Dios y de la Iglesia, y de la dimensión escatológica, siendo conscientes que la verdadera patria de la virgen consagrada es el cielo.
A continuación, el padre dominico D. Ricardo de Luis Carballada, en la ponencia ‘La consagración de vírgenes, una vocación laical’, aseguró que ésta es una vocación al servicio de Cristo, que hace estar presentes en el mundo para elevar ese mundo a Dios.
Afirmó que en el orden existencial hay que dar testimonio de Dios para que exista y que, a través de la vida de las vírgenes consagradas, sólo se transmita el bien.
Tras hacer un recorrido por la consagración bautismal, la consagración de vírgenes y el sentido teológico de esta vocación en la Iglesia, resaltó la misión de la virgen consagrada en una sociedad secularizada, invitándolas a representar la unicidad y ultimidad de Dios, dejando que por la propia vida solamente pase el bien; a ser signo de la trascendencia, a imitar más de cerca la vida de Cristo y a ser signo de la entrega de la Iglesia entera que se consagra a Cristo.
Posteriormente, D. Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo, en su ponencia ‘Autenticidad y veracidad de nuestra consagración en medio del mundo’, compartió con las asistentes que la virgen consagrada es un misterio, no una “creación humana”, sino una llamada y una elección de Dios.
Además, habló sobre la identidad de las vírgenes consagradas en la cultura y la sociedad de hoy, y actualizó el mensaje de las siete iglesias, pero aplicada al Ordo Virginum; consagradas en la Iglesia, pero en medio del mundo.
Finalmente, contestó a la pregunta de por qué se sigue creyendo en la autenticidad y en la veracidad de la vida de especial consagración, como el Ordo Virginum.
En la última ponencia del XXVI Encuentro Nacional del Ordo Virginum, D. Florentino Gutiérrez, vicario general de la Diócesis de Salamanca, con su ponencia ‘Las obras de misericordia como respuesta a la llamada de un mundo herido’, hizo un recorrido por éstas y su relación con la misión de las vírgenes consagradas.
En el encuentro también se contó con el testimonio de la virgen consagrada Dña. Margarita Martín y del presbítero D. Alfredo Fernández, que compartieron sus experiencias como testigos de misericordia; y de Dña. María Joâo y Dña Cristina Ribot, que compartieron sus testimonios del Encuentro Internacional en Roma 2016.
Además de las excursiones varias, el buen ambiente y la buena convivencia entre las vírgenes consagradas, el programa diario del XXVI Encuentro Nacional del Ordo Virginum estuvo marcado por el rezo de la Liturgia de las Horas, por la participación en la eucaristía en diferentes lugares, por la oración de Taizé y por la adoración ante el Santísimo.
Todo ello contribuyó a mantener la alegría compartida y a celebrarla en la eucaristía que presidió D. Carlos López, obispo de Salamanca, en el altar mayor de la Catedral, junto a las reliquias de los santos Juan de Sahagún y Tomás de Villanueva.