La Delegación de Juventud organizó el 19 de noviembre un curso monográfico sobre la confesión en el Cerro de los Ángeles, en el que participaron 52 jóvenes de la Diócesis.
La jornada se desarrolló en tres sesiones de formación y de coloquio que profundizaban en el sacramento de la confesión, en el examen de conciencia y en la dirección espiritual.
El sacerdote Antonio Izquierdo, párroco en San José Obrero (Móstoles), ilustró la raíz histórica, bíblica y sacramental de la confesión, y distinguió en sus elementos el examen de conciencia como acto de contrición, la necesidad de confesar explícita y claramente nuestros pecados, la importancia de la absolución (y la fórmula sacerdotal) y la penitencia, como acto de reparación.
En su turno, D. Juan Gabriel Muñoz, vicario parroquial en la Catedral, presentó el examen de conciencia como una voz interior para juzgar nuestros actos, poniendo nuestra mirada en el rostro de Jesús.
Aportó también diversos métodos para examinar nuestra conciencia, como las obras de misericordia, los mandamientos o la relación personal con nuestro entorno, y los peligros y las debilidades que pueden asolar nuestra conciencia.
Por su parte, D. Francisco Javier Fernández, director espiritual del Seminario diocesano, hizo hincapié en la necesidad personal de vida espiritual para que pueda haber una dirección correcta, que nos cultive en la entrega incondicional a Cristo por amor.
La jornada terminó con un rato de adoración y con la eucaristía de vísperas de Cristo Rey, para presentar y afianzar ante el Señor los frutos del curso.
El subdelegado diocesano de Juventud, D. Pablo Esteve, animó a los jóvenes a dejarse edificar por Cristo sobre roca y no sobre arena, para no vivir de las apariencias de cara al exterior, sino de una entrega total por el amor.
