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La Parroquia Inmaculada Concepción de Nuestra Señora (Alcorcón) se engalanó el pasado 1 de junio para celebrar sus bodas de plata en una multitudinaria eucaristía presidida por el obispo de la Diócesis de Getafe, D. Ginés García Beltrán.

 

El prelado estuvo acompañado por 13 sacerdotes: Francisco Moreno, arcipreste de Alcorcón; Enrique Roldán y Juan Gabriel Muñoz, párroco y vicario de la Catedral de Getafe respectivamente; Gonzalo Otero, sacerdote en el Colegio Fuenllana (Alcorcón); Carlos Tovar, párroco de Nuestra Señora de Butarque (Leganés); Francisco Sánchez, sacerdote castrense; Guillermo Fernández, vicecanciller de la Diócesis de Getafe; Alejandro Rivas, vicario parroquial en Santo Domingo de la Calzada, y Alejandro Palma, vicario parroquial de San Saturnino, ambas parroquias en Alcorcón, además del clero parroquial, integrado por Francisco Cañadas y Ramón Alfredo Mirada. 

A ellos se sumaron algunos de los anteriores párrocos de la Inmaculada, como Carlos Dorado y Antonio Soler. 

José Ramón Velasco, que no pudo estar físicamente, se unió a la celebración de forma espiritual. 

 "La parroquia sois vosotros"

En su homilía, D. Ginés dio las gracias a la Virgen, porque la Inmaculada es una parroquia de "acción de gracias, viva en la fe, que se enriquece por los carismas", un lugar en el que le gustaría ver un ejemplo de Eucaristía como centro de la comunidad, "que sea luz y fortaleza, para ser signo de salvación delante del mundo". 

El obispo recordó también que “la comunidad de fieles es la que hace presente la fraternidad en el mundo” y pidió para la parroquia "tener una actitud de escucha" hacia los demás y hacia Dios, para conocer lo que el Señor tiene que decir a cada uno. 

D. Ginés invitó, además, a vivir "un proceso de conversión personal y comunitaria, la que el Señor quiere y espera de nosotros". Por eso, insistió en "que seamos una comunidad que escuche a Dios y al pueblo", pero para ello es necesario mirar a la Virgen, porque, como dijo, "en su amor está el amor a Cristo y en él se fecunda toda vida cristiana".

Después de las palabras de D. Ginés, los feligreses pudieron escuchar algunos testimonios muy emotivos, a través de los cuales se recordaron los comienzos y los momentos más importantes vividos en la vida de la parroquia alcorconera.

La celebración culminó con la bendición, por parte de D. Ginés, de la escultura de la Virgen que ya preside la fachada del templo. 

Esta imagen, como señaló el párroco Francisco Cañadas, "recibe con los brazos abiertos”.

Tanto D. Ginés como los anteriores párrocos y las misioneras de San José Obrero recibieron, como muestra de agradecimiento y de cariño por parte de la parroquia, una preciosa imagen de la Virgen Inmaculada.

Al término de la eucaristía, todos los presentes disfrutaron de un ágape en un ambiente de fraternidad y de alegría.