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El 13 de octubre de 1996, hace 24 años, la Fundación Pía Autónoma Virgen de los Dolores inauguró la Residencia de ancianos ‘Jesús del Buen Amor’, en el pueblo de Griñón, perteneciente a la Diócesis de Getafe.

Fue bendecida el 16 de febrero de 1997 por el primer obispo de la Diócesis, D. Francisco José Pérez y Fernández-Golfín, que ese día celebró la misa, visitó las instalaciones y compartió un rato distendido con los asistentes, de modo especial con las personas mayores. 

Esta casa se adaptó, siguiendo la normativa vigente sobre residencias, para acoger a casi una treintena de ancianos, de los que se ocupan en la actualidad una quincena de consagradas, hermanas reparadoras pertenecientes a la Asociación Pública Virgen de los Dolores.

Ellas se encargan de esta “casa de amor y misericordia” en Griñón en la que la oración ocupa un lugar principal así como la atención –cocina, lavandería, costura, cuidados- a los ancianos, en los que las religiosas “ven a Cristo”.

“Hacer que sean felices, curar las heridas de la ancianidad y poner nuestras manos a su servicio para bien de la Iglesia es nuestra misión” manifiesta la hermana reparadora Consuelo.

Una de las residentes, Trinidad Molina, señala que “en esta casa estamos muy contentas, todo está muy cuidado y las hermanas nos tratan muy bien”, opinión compartida por el resto de los ancianos que, como ella, han encontrado “un verdadero hogar donde se les cuida con mucho cariño”.

De la atención espiritual de los residentes y de las hermanas reparadoras se encargan los sacerdotes y capellanes de la Asociación Publica Virgen de los Dolores, celebrando la eucaristía, administrando el sacramento de la unción de enfermos cuando se requiere y llevando el sacramento de la confesión.

Los parientes de los residentes también manifiestan su satisfacción por el trato recibido por los ancianos, sabiendo que se encuentran en muy buenas manos.

 

 

La residencia'Jesús del Buen Amor':

https://youtu.be/oJ9ncaQ2OUk