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El obispo diocesano, D. Ginés García Beltrán, fue el encargado de impartir la ponencia formativa a los discípulos misioneros el pasado 23 de enero dentro del plan de formación que lleva a cabo la Diócesis de manera telemática. 

En esta ocasión el prelado ayudó a los participantes a comprender mejor el saber hacer del discípulo misionero en el “arte de acompañar”.

Comenzando desde el Antiguo Testamento con episodios tan expresivos como la vocación del profeta Samuel, D. Ginés fue recorriendo la realidad del acompañamiento hasta llegar al Nuevo Testamento, donde Jesús enseña el significado del acompañamiento acompañando Él mismo a los discípulos de Emaús.  

Después abordó el tema desde la exhortación apostólica Evangelii Gaudium del papa Francisco y destacó que: “el acompañante está llamado a hacer presente a través del Espíritu Santo, la fragancia de la presencia cercana de Jesús y su mirada. Hacernos prójimos de aquellos que nos necesitan para llevarlos a Dios y para la misión”.  

“El mejor instrumento del buen acompañante es el arte de la escucha y la paciencia, y no las recetas y soluciones rápidas” insistió el prelado diocesano. 

Por último afrontó el arte del acompañamiento en el Nuevo directorio para la Catequesis que es el instrumento que está sirviendo de marco de la formación del plan diocesano.  

Humildad, disposición para dejarse interrogar por las preguntas y situación del prójimo, paciencia, cercanía, gratuidad, capacidad de diálogo, son algunas de las características que el obispo señaló como actitudes fundamentales de todo acompañante.  

Entre las características del acompañamiento, D. Ginés indicó que “es personal e integrador: no acompañamos problemas, acompañamos personas, y es progresivo y gradual. El acompañamiento al fin y al cabo es un acto de amor”.  

Al final de la ponencia invitó a todos a dedicar más tiempo a acompañar personas y procesos.