ordenados2016

La Catedral Santa María Magdalena (Getafe) acogió el pasado jueves 25 de febrero una vigilia contra la trata de personas, que fue retransmitida en directo y en la que se pudieron conocer algunos testimonios de lucha contra esta lacra social.

El encuentro comenzó con unas palabras de bienvenida e introducción del delegado diocesano de Migraciones, Fernando Redondo, quien recordó la figura de santa Josefina Bakhita.

"Esta santa africana fue secuestrada a la edad de nueve años por traficantes de esclavos y vendida cinco veces en los mercados de Sudán. Después de su liberación, se bautizó y se hizo religiosa canosiana y tras su muerte, fue canonizada en el año 2000" recordó.

“La vivencia de la dura experiencia de la esclavitud la llevó a descubrirse hija amada de Dios, Padre y libertador”, explicó Redondo.

“Te pedimos Señor que a lo largo de nuestra oración, nos ayudes a serenar el corazón y vayan resonando en nosotros palabras, experiencias y gestos que transformen nuestra vida y nos comprometan en la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y fraterna” dijo el Delegado al comienzo de la Vigilia.

El acto contó también con la presencia del vicario episcopal para la Acción Caritativa y Social, Aurelio Carrasquilla; de la directora del Departamento de Trata de la subcomisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal, Mari Fran Sánchez; de  las  religiosas de Villa Teresita que acompañan a personas víctimas de la trata y la prostitución en algunos municipios de la Diócesis de Getafe y de varios miembros de la Delegación de Migraciones.

Cada uno aportó su particular visión de la trata, pidiendo por la solución del problema, explicando la labor que realizan y haciendo una invitación a acoger con amor a estas mujeres que son víctimas de explotación.

“Estamos llamados a hacer presente el amor de Dios entre estas mujeres que parecen no contar para los demás” destacaron las hermanas de Villa Teresita.

La Vigilia terminó con un estremecedor testimonio de una mujer africana prostituta que había sido víctima de abusos, maltratos y violaciones, quien contó cómo su encuentro con las religiosas de villa Teresita le salvó la vida.

“Aquí tengo madre, familia, hermanas que me apoyaron. Estaba embarazada cuando me encontré con ellas. Gracias a ellas pude dejar todo mi pasado atrás y bautizar a mi hija” contó esta víctima de la trata, a la que las hermanas de Villa Teresita han dado una nueva oportunidad.

“Veo a Dios conmigo, si Dios no estuviese a mi lado yo no estaría viva y por eso estoy aquí para dar mi testimonio” declaró.

Una oración del vicario episcopal de acción caritativa y social, Aurelio Carrasquilla,  pidiendo la intercesión de santa Josefina Bakhita puso punto final al encuentro.