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La Iglesia lanza este año su campaña Portantos 2021 con el lema 'Porque sumando X logramos un mundo mejor' y con una llamada a la colaboración para invitar a los católicos a participar activamente en su sostenimiento económico a través de la Declaración de la Renta, marcando las dos cruces en las casillas correspondientes.

Maribel del Real, ecónoma diocesana, explica en esta entrevista, emitida en el Espejo de Cope el viernes 30 de mayo, las claves de esta campaña.

Esta campaña de la Iglesia nace en un contexto especialísimo marcado por la crisis y la pandemia y por eso hay dos mensajes muy intensos y muy claros que  se han lanzado a todos los católicos.

Así es. La campaña Xtantos 2021 se inicia en plena pandemia, es el segundo año ya, con las consecutivas oleadas y normativas que están afectando a toda la sociedad. Sin embargo, en medio de esta situación podemos decir sin lugar a dudas que: “La Iglesia es refugio para quien no tiene casa, alimento para quien pasa hambre, y esperanza para quien se siente solo. Es la luz que alumbra a toda persona. Porque la Iglesia somos tú, yo y todos. Ahora y siempre”.

La Iglesia es más de lo que se ve a primera vista. Su presencia en estos tiempos difíciles es un gran bien para toda la sociedad, especialmente para los más olvidados porque la Iglesia, a través de sus diferentes realidades lleva a cabo no solo su misión de difundir la palabra de Dios, sino también la de promover la dignidad del ser humano, entregándose en cuerpo y alma por la sociedad y el individuo con infinidad de acciones a nivel nacional, regional y local, poniendo todos su recursos al servicio de la sociedad, del bien común. 

En lo material, en lo espiritual y en lo humano.

En estos momentos queremos lanzar un mensaje de esperanza, de unidad, de colaboración común, de fraternidad, de concordia, en un clima en el que la urgencia de cubrir las necesidades más básicas de tantísimas personas, un pequeño gesto caritativo de compasión, ayuda o apoyo al otro puede suponer una gran diferencia.

La colaboración de todos hará que juntos, sumando esfuerzos y voluntades logremos un mundo mejor.

De ahí los dos mensajes complementarios de una misma realidad que has mencionado: “La Iglesia es más de lo que se ve y sumando X logramos un mundo mejor”.

 

Cada año insistimos en que se puede y se deben poner dos cruces en la Declaración de la Renta ¿por qué?, ¿qué supone para los fondos de la Iglesia?

El sistema de asignación tributaria, que cumple trece años, es un sistema respetuoso con la libertad de las personas. Tenemos la posibilidad de marcar la casilla de la Iglesia, la de otros fines de interés social, las dos al mismo tiempo, o ninguna de ellas, y destinar así libremente, un porcentaje de nuestros impuestos a un fin concreto.

Cada uno, en conciencia, y pensando en los demás, somos responsables de que un porcentaje pequeño de nuestros impuestos pueda ser destinado, libremente a la labor de la Iglesia. Pero es que, si marcamos además la otra casilla de otros fines sociales, las ONG de la Iglesia como Cáritas concurren en igualdad de condiciones que el resto de organizaciones similares para el desarrollo de sus proyectos solidarios.

Dicho esto, tengo que dejar muy claro que la Iglesia no recibe nada de la X de fines sociales.

También es importante aclarar y recordar que si la Declaración sale ‘a devolver’ a los ciudadanos no nos quitan nada y tampoco tenemos que pagar más.

Efectivamente. Ni se paga más, ni se devuelve menos. Es un puro ejercicio de libertad y de solidaridad. Aunque hay asociaciones que piden, con insistencia, no marcar las dos casillas, tenemos que seguir hablando de libertad y de servicio desde la X en la declaración de la renta.

 

Ese dinero que obtiene la Iglesia a través de las cruces ¿Dónde va a parar y como se distribuye  a cada Diócesis?

 Al hilo de tu pregunta, quiero agradecer desde aquí profundamente que más del 32% de los contribuyentes hayan confiado en la Iglesia y marquen la casilla correspondiente en la declaración de la renta.

La cifra de declaraciones a favor de la Iglesia es de 106.000 más que el año anterior, una muestra del respaldo de la sociedad a la labor que la Iglesia desarrolla y que es de una muy especial ayuda para afrontar el aumento de necesidad de ayuda al prójimo provocada por la pandemia.

La X de la Iglesia en la declaración de la renta sirve para realizar la inmensa labor celebrativa, pastoral, evangelizadora, educativa, asistencial y cultural de la Iglesia en las 70 diócesis españolas. Es interesante señalar que ahorra al Estado más de 3.300 millones de euros en educación, aporta más del 3% del PIB a través de su actividad cultural y atiende a más de 4.300.000 personas en proyectos asistenciales, de fomento del empleo o de atención a la familia y la mujer.

El dinero lo recibe la Conferencia Episcopal y lo reparte a través del Fondo común Interdiocesano entre todas las diócesis desde criterios de solidaridad y generosidad. Las diócesis que menos posibilidades tienen, más dinero reciben proporcionalmente. De esa forma pueden hacer frente a sus necesidades y que su presencia y su acción sean un bien para toda la sociedad.

 

Una vez que el dinero llega hasta nuestra Diócesis ¿en qué se gasta ? ¿Puedes hacernos un panorama general del gasto de la Diócesis de Getafe?

La Iglesia es pionera en transparencia. Desde el año 1996, las diócesis publican en torno al día de la Iglesia Diocesana sus memorias económicas y de actividades. Se pueden consultar los datos de cada diócesis en internet en www.portantos.es/contacta-con-tu-diocesis.

En concreto, nosotros en nuestra web www.diocesisgetafe.es tenemos nuestro portal de transparencia donde, además de otras cosas y documentos de interés, está el estado de ingresos y gastos del ejercicio 2019 que nuestros oyentes pueden visitar.

Como resumen y para no cansar, de los ingresos totales de la Diócesis que fueron de 19.816.481,89 euros, el 38,29% proviene de aportaciones de los fieles y el 24,88 % de la X de la renta, es decir, más de un 64% de los ingresos provienen de la generosidad de los cristianos.

¿En qué se gasta? Pues, como no podía ser de otra manera el 41,56% de los gastos de la Diócesis se va en acciones pastorales y asistenciales. Es la mayor partida, seguida de sustentación del clero y personal con un 27,81% y de conservación y funcionamiento con un 23,46%. El resto, el 7,17% es para edificaciones, préstamos y gastos de explotación.

 

Hay alguna que otra voz dentro y fuera de la Iglesia que pregunta ¿por qué la Iglesia no vende todo lo que tiene y se lo da a los pobres?

La Iglesia es administradora de muchos bienes y últimas voluntades que se le han ido cediendo a lo largo de los últimos veinte siglos. La Iglesia es responsable de que esos bienes tengan el fin por el que se les ha entregado, casi siempre para el culto o el desarrollo de la actividad de la Iglesia. ¿Quién es la Iglesia para cambiar el destino que los dueños originarios ofrecieron a dichos bienes? Por otra parte, muchos de los bienes de la Iglesia tienen un incalculable valor que nunca podrían venderse por un precio justo, además, la Iglesia con ellos, realiza una labor cultural y formativa abierta a toda la sociedad y al servicio de todos.

 

¿Qué ayudas recibe la Iglesia del Estado?

Hoy por hoy, el único país de Europa que no tiene asignación directa por parte del Estado es España. Eso es así desde 2007: la Iglesia no tiene ninguna asignación directa en los Presupuestos Generales del Estado. Nuestro sistema, con la elección libre de la X en la declaración de la renta, es el más respetuoso, el más solidario, el más democrático de toda Europa. Además, si la economía va mal, el 0,7% es más bajo (lógico). Si la economía va bien, las personas y las empresas ganan más dinero, el 0,7% es más alto. Es una decisión libre de cada persona destinar ese porcentaje de sus impuestos al fin que consideran conveniente.

Se dice que la Iglesia recibe más de 11.000 millones del Estado, pero lo que recibe la Iglesia es sólo lo que los contribuyentes libremente deciden a través de su declaración de la renta. Los hospitales, colegios de la Iglesia, ONG u otras instituciones eclesiales reciben fondos públicos, pero no son para los fines propios de la Iglesia sino para el desarrollo de la actividad concreta que desarrollan, es decir, por el servicio que prestan y concurren siempre en procesos libres, públicos y abiertos en igualdad de condiciones que cualquier otra institución o empresa privada. 

 

También se ha oído decir que la Iglesia goza de muchos privilegios y ventajas fiscales ¿es esto cierto?, y de ser así, ¿de qué privilegios estamos hablando?

La Iglesia no tiene privilegios. Se rige por la Ley de Mecenazgo de 2002 exactamente igual que otras tantas instituciones, asociaciones o fundaciones. También las ONG están sujetas a la Ley de Mecenazgo. Por esa ley es por la que ninguno de ellos paga el IBI. La labor de la Iglesia beneficia a muchos. La única excepción es el ICIO (Impuesto de obras) que tiene carácter municipal y es potestativo. 

La Iglesia paga todos los impuestos que marca la Ley.

No tiene posición privilegiada en ningún ámbito (hospitales, colegios, centros penitenciarios, etc.). Los ciudadanos, estén en la situación que estén, tienen derecho a la atención religiosa desde cualquier confesión religiosa. Como la mayoría de la sociedad española es católica, por eso hay una mayor presencia de la Iglesia católica, pero también hay presencia de las comunidades evangélicas, judías o de otras religiones.

El resto de confesiones religiosas tienen asignación directa del Estado a través de la fundación “Pluralismo y Convivencia”.

La Iglesia Católica no tiene asignación directa del Estado ni ningún tipo de complemento presupuestario desde el año 2007. En diciembre de 2006 se firmó la modificación en el sistema de Asignación Tributaria.

 

Además de la doble  cruz en la Declaración de la Renta ¿hay otras maneras de ayudar a la Iglesia?

Hay un portal de donativos que está funcionando muy bien. Se llama www.donoamiiglesia.es y es muy fácil de manejar 

El portal de donativos es un instrumento eficaz para realizar un donativo, en la modalidad que se quiera (puntual, mensual, trimestral, anual) a cualquier parroquia en España. También a la diócesis y a la Conferencia Episcopal. Pueden donar en la cuantía que quieran y en la modalidad que quieran para que se pueda seguir ofreciendo lo mejor que tenemos a la sociedad.