25/05/2025. El obispo de Getafe, Mons. Ginés García Beltrán, ha presidido en la mañana del domingo 25 de mayo, la celebración del 25 aniversario de la Parroquia Corpus Christi de Leganés.
Han concelebrado el vicecanciller, Guillermo Fernández; el párroco, Antonio Quintana, y el vicario parroquial de la parroquia Verbo Divino, Atilano Rodríguez.
La Eucaristía, de marcado carácter festivo, ha comenzado con una breve introducción de acción de gracias por el aniversario de la parroquia.
El obispo, en su homilía, también ha dado las gracias destacando que “Es una alegría poder compartir con vosotros los 25 años de creación de la parroquia, 25 años de vida, de ilusión".
“Esta parroquia se va renovando, es signo de vida y renovación. He visto muchas de las fotografías que habéis puesto en la entrada y he visto el cambio… y quería deciros que el paso del tiempo no es motivo de tristeza sino de alegría y de acción de gracias por todo lo que nos ha dado, por estas vidas entregadas de tantos sacerdotes que han pasado por aquí”, ha añadido.
Mons. Ginés ha recordado la visita pastoral que realizó a esta parroquia y ha destacado que, aunque no haya muchísima gente, ni muchas actividades, “esta parroquia la sentí como vuestra casa, como vuestra familia. No perdáis este carácter de familia".
En relación a las lecturas García Beltrán ha insistido en que esta parroquia “ha respondido al Amor de Dios con amor”.
“La parroquia es la morada de Dios, donde Dios vive, el lugar de la presencia de Dios en medio de este sur de la Comunidad de Madrid, que corresponde a la diócesis de Getafe. Una presencia en medio de los barrios, el centro y las grandes edificaciones”, ha señalado.
El obispo ha insistido en la idea remarcando que “para que haya esta presencia del Señor no basta con que haya un templo sino que se necesita un corazón que ama, que acoge la Palabra y que sea portador de Dios”.
Una Iglesia en salida
Además, ha añadido “la parroquia no es solo el lugar de puertas abiertas donde sentirse en familia, sino que, como decía el Papa Francisco, debe ser una Iglesia en salida, signo de la presencia del Señor entre nosotros”.
“La parroquia somos la comunidad de fieles, los que escuchan la Palabra, los que celebran los Sacramentos, los que vivimos en comunión y comunión hecha caridad”, ha explicado, añadiendo “cuando salimos de aquí, cada uno de nosotros debe ser una parroquia en cada ambiente, en la familia, en el trabajo, con los amigos, llevando a Dios en nuestro corazón, porque la morada de Dios es el corazón de cada hombre”.
El obispo ha hecho una fuerte llamada a la evangelización y al testimonio: “el don que hemos recibido se convierte en un compromiso de anunciar a Dios, con nuestra palabra, con nuestra vida, con nuestro testimonio … ¡cuántas personas se convierten y llegan pidiendo los Sacramentos gracias al testimonio de un amigo, una novia… ¡”.
Una misión que continúa
“En estos 25 años de vida de esta parroquia, cuántas gracias se han derramado y cuántas se tienen que seguir derramando. Estos 25 años no son un punto de llegada sino un punto de continuidad, de seguir trabajando con ilusión como hace el párroco, Antonio, y muchos de vosotros”, ha animado.
“¡Felicidades por estos 25 años! y a seguir siendo testimonio de paz, como ha dicho desde el principio el nuevo Papa León XIV, pero no como la da el mundo sino la paz que nace del corazón”, ha dicho.
El obispo ha concluido su predicación encomendando a la parroquia y a los fieles bajo el amparo de la Virgen María, en la advocación de María Auxiliadora, cuya imagen presidia la celebración.
Al término de la misa el párroco ha entregado un pequeño obsequio al obispo que este ha agradecido pidiendo un aplauso de cariño y reconocimiento para Antonio Quintana.
Después de la Eucaristía se ha proyectado un vídeo con imágenes de los 25 años de vida de la parroquia y se ha obsequiado a todos con un ágape.
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