29/05/2025. No se sabe quién la trajo ni de dónde, quien la esculpió, cuándo y por qué motivo. La gracia que tiene esta imagen es que ha perdurado, pasando por vicisitudes tan importantes como la Guerra de la Independencia, la Desamortización de Mendizábal y la Guerra Civil y no ha sufrido daños importantes sino sólo restauraciones e incorporaciones que dan mayor esplendor a esta imagen tan venerada y la configuran tal como la conocemos hoy.
La imagen de Nuestra Señora de los Ángeles es una escultura enteramente tallada y policromada que representa una Inmaculada Concepción cuya túnica es de color blanco, el manto azul y a sus pies se representan cabezas de angelitos. Posteriormente se le añadiría una luna a sus pies, un arco de rayos y una peana también con angelitos.
La auténtica medida de la Virgen, es decir, su talla, es de 105 cm; el resto son añadidos de siglos posteriores. El arco mide 160 cm de alto; la peana, del siglo XIX, mide 60 cm y la corona alrededor de 31 cm. Todo ello configura la imagen actual de la Virgen de los Ángeles con una altura total, desde la peana hasta el remate del arco, de 217 cm aproximadamente y una anchura de 114 cm.
Ya en el siglo XVIII, la talla de la Virgen de los Ángeles fue adornada para dar más relevancia a lo que representaba: la imagen de María, Madre de Cristo. Para ello fue revestida, tapando la talla, con telas que formaban su túnica y su manto; con pelo natural creando una peluca; con oro y plata para engalanarla con la corona, un arco, una media luna y joyas; convirtiéndola de esta manera en la Reina del Cielo.
Algunos símbolos
En 1739 consta la realización de un “arco de plata y sobrecorona. Se declara que el cura propio de esta iglesia con intervención de dicho Don Manuel de Zapatero se deshizo el arco de plata con rayos, estrellas y piedras, que tenía la Imagen de Nuestra Señora, y con él y plata que se añadió se a echo nuevamente otro arco y sobrecorona, hermoso con ráfagas, ángeles y estrellas que según la fee de Juan López Sopuerta, tiene el peso dicho arco cincuenta y dos marcos castellanos de plata de ley, cuia obra hicieron Francisco Martín de Torres y Joseph Martínez de Estrada {maestros plateros, vecinos de Madrid} y se ajustó por dicho cura en once mil novecientos y noventa y siete reales de vellón que se los pagaron de esta forma: tres mil novecientos y sesenta y tres reales que importó la plata del arco que tenía Nuestra Señora” ( A.H.D.G., Libro de Cuentas de Nuestra Señora de los Ángeles, M.2 -ANG. 1).
Este arco se conserva y es el que se utiliza en las grandes solemnidades; en su reverso consta esta inscripción: “Este arco y sobrecorona se hizo siendo cura propio de este lugar de Getafe el Doctor D. Diego Santos Reolid” y “Fran. {Francisco} Torres y Joseph de Estrada le fecit 1739”.
Así ya en un inventario de 1722 consta “una media luna de plata con serafín de lo mesmo que pesa” y “una corona de plata dorada para sus festividades” (A.H.D.G., Libro de Cuentas de Nuestra Señora de los Ángeles, M.2 -ANG. 1).
En la parte superior del arco que cobija la corona, aparecen símbolos marianos: espejo, ciprés, torre, azucena o lirio, rosa, pozo, palmera y fuente.
En el siglo XX, se acordó que “la instalación eléctrica del arco de la Santísima Virgen, en vista de lo deteriorada de la misma, se procediese a hacer una nueva instalación desmontable a fin de que pudiese guardarse después de la fiesta” [18/7/1949].
La Congregación de Nuestra Señora de los Ángeles posee dos arcos de plata uno antiguo, posiblemente del siglo XVII y el referido anteriormente de 1739. En el siglo XX son restaurados y darles a cada uno su uso: “la necesidad de reparar el arco bueno de la Santísima Virgen por encontrarse en él numerosos desperfectos y a la vez el arreglo del viejo que se encontraba muy deteriorado en una de nuestras salas del Hospital de San José, aprobándose la reparación de ambos, para que una vez efectuado fuese colocado el antiguo a nuestra Excelsa Patrona durante su estancia en la Ermita y guardado convenientemente el nuevo que sólo sería colocado a Nuestra Santísima Virgen los días de su Función” [17/10/1949]. Al año siguiente se encuentra “ya realizada la restauración del arco antiguo, en el que se ha dejado uno de los varios impactos que produjo el proyectil de artillería, que penetrando por el camarín, hizo explosión en la guerra de liberación de 1936 y del que milagrosamente salió indemne nuestra Santísima Virgen, acordando fuese grabado el hecho en una plaquita que ha sido colocada para ello, en el dorso del arco” [6/3/1955].
En cuanto al arco de 1739, se realiza la “reparación del arco bueno y piedras brillantes para el mismo” con el coste de 2.100 pesetas [1950/1951].
Pero no serían estos los últimos añadidos a la talla ya que, en el siglo XIX, se la adorna con un pedestal plateado con imágenes de angelitos en madera policromada. Este pedestal debió ser añadido a la imagen entre los años 1848 y 1876 ya que en la litografía de 1848 este pedestal no aparece y, sin embargo, en la que se conserva de la Imagen sobre el carro triunfal del litógrafo Urrabieta (1876) aparece ya con la mencionada peana.
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