21/09/2025. La diócesis se ha reunido este domingo en el Cerro de los Ángeles para celebrar la Eucaristía con una intención especial: el cuidado de la Creación. La jornada comenzó con la plantación de un olivo frente al templo, un gesto “sencillo, pero profundamente simbólico”.
“Queridos hermanos y hermanas en el Señor, esta tarde nos congrega el Señor en torno a la mesa de su Palabra y de la Eucaristía, en el domingo, día de la Pascua de la Creación, para hacer memoria de la victoria de Jesucristo, nuestro Señor. Hoy lo hacemos teniendo una intención especial en nuestra oración: el cuidado de la Creación”, afirmó el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, al inicio de la homilía.
Sobre el gesto de plantar juntos un árbol, subrayó: “Nos introduce en el misterio mismo de la Creación, que reconocemos como la obra que nace de las manos del Creador, la obra de su amor”.
“Cuidar la creación, por tanto, no es una moda ni una ideología, es una expresión concreta de nuestra fe, una respuesta a ese amor de Dios que nos ha confiado la tierra como casa común”, explicó el obispo.
El Cerro de los Ángeles fue también destacado como, en palabras de Ramiro Pereda, delegado de Ecología Integral, “el gran pulmón espiritual de la diócesis, pero también un pulmón verde dentro de la Comunidad de Madrid”. “En una diócesis como la nuestra, que es a la vez urbana y agraria, este lugar simboliza muy bien esa unión entre fe y creación”, dijo el obispo.
Durante la homilía, se hizo referencia al profeta Amós y su denuncia de la injusticia social: “Escuchad esto, los que pisoteáis al pobre y elimináis a los humildes del país”. “Hoy, la crisis ecológica es también una crisis de justicia. Los más pobres son los que más sufren las consecuencias del cambio climático, de la contaminación, y de la deforestación”, advirtió García Beltrán, recordando que “Dios no es indiferente ante esta situación de injusticia”.
“La espiritualidad cristiana no es evasión, sino compromiso. No es intimismo, sino comunión”, subrayó, al tiempo que invitó a orar por gobernantes y comunidades vulnerables: “Orar por todos significa asumir la responsabilidad de todos. Significa preocuparnos por los que no tienen voz, por los que no cuentan, por los que viven en las periferias”.
Sobre el Evangelio, apuntó a que “nos invita a revisar nuestras prioridades, a preguntarnos qué lugar ocupa Dios en nuestra vida, y qué lugar ocupa el prójimo. ¿Somos administradores fieles de los bienes que Dios nos ha confiado? ¿O estamos derrochando la herencia que hemos recibido?”, planteó.
Finalmente, recordó que “el Papa Francisco, en su encíclica Laudato Si’, nos llama a esa ‘ecología integral’, que une el cuidado del ambiente con la justicia social”, recordó el celebrante.
La homilía concluyó con una invitación: “No nos quedemos en un gesto puntual, vivamos un compromiso permanente a favor de lo que es un don de Dios para nosotros, la tierra que habitamos. Ojalá que cada parroquia, cada comunidad, cada familia, se convierta en un oasis de vida, en un santuario de la Creación”, concluyó el obispo.
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