28/09/2025. Mons. José María Avendaño Perea fue el encargado de clausurar el Jubileo interdiocesano de adolescentes y jóvenes en la Plaza de la Almudena de Madrid ante 6.000 jóvenes de las 3 diócesis (Getafe, Madrid y Alcalá).
El obispo auxiliar les dirigió las siguientes palabras:
Queridos jóvenes,
¡Qué alegría veros hoy aquí, en la Plaza de la Almudena! Sois el corazón joven de la Iglesia que camina en Madrid, Alcalá y Getafe. Hoy no estáis solos: os acompañan vuestros amigos, vuestras familias, vuestros sacerdotes, vuestros obispos. Y, sobre todo, está con nosotros Jesucristo, que nunca falla, que nunca abandona. Hoy no solo es día de encuentro. Hemos salido de nuestra casa a encontrarnos como Iglesia, como comunidad, pero sobre todo con Dios.
Esta noche celebramos un envío. La palabra lo dice todo: no hemos venido solo a reunirnos, sino a ser enviados. Cada uno de vosotros es llamado a ser luz en medio de la ciudad, alegría en medio de la rutina, esperanza en medio de tantas oscuridades. El mundo necesita vuestro testimonio, vuestro entusiasmo, vuestra fe sencilla y valiente.
Mirad, a veces podemos pensar: "¿Qué puedo hacer yo? ¿De qué sirve mi pequeña vida?". Pero Jesús, cuando miró a los primeros discípulos, tampoco eligió a los más sabios ni a los más fuertes. Eligió a jóvenes como vosotros, con miedos y dudas, y les dijo: "Id por todo el mundo y anunciad la Buena Noticia". Y hoy, esas palabras nos las repite aquí, en el corazón de Madrid. ¿Te atreves a responder a la llamada de Dios?, ¿quieres ponerte al servicio del Señor?
Sois una generación llamada a no conformarse, a no dejarse arrastrar por el desánimo o la indiferencia. Dios sueña con cada uno de vosotros. Y la Iglesia también confía en vosotros: en vuestra capacidad de amistad, en vuestra sensibilidad, en vuestra pasión por la vida, en vuestra búsqueda sincera de verdad.
Por eso esta noche os envío, en nombre de la Iglesia, con tres palabras que pueden acompañaros siempre:
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Alegría: no dejéis que nadie os robe la alegría de seguir a Cristo.
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Esperanza: sed testigos de que con Dios el futuro nunca está cerrado. Como decía nuestro recordado Papa Francisco: "No dejéis que os roben vuestra esperanza".
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Amor: vivid de manera que otros descubran que Dios es Amor.
Queridos jóvenes, no tengáis miedo. El Señor va con vosotros. La Virgen María, la Madre de la Almudena, os cuida y os acompaña. Y la Iglesia os envía con orgullo y con confianza.
¡Id y llevad a todos la luz de Cristo!