06/12/2025. Una treintena de animadores de Vida Ascendente ha participado en un encuentro en la Casa de la Iglesia, sede del obispado de Getafe, en el que el obispo diocesano, Ginés García Beltrán, les ha agradecido su labor y les ha invitado a seguir adelante.
El encuentro comenzó con una oración y con la bienvenida del obispo: “Tengo mucho cariño a Vida Ascendente desde hace muchos años que vi el bien que hace a las parroquias y a cada una de las personas que participa en estos grupos”.
“Vida Ascendente es un movimiento que tenemos que extender: muchas veces nos quejamos de que en la Iglesia hay gente mayor y parece que la gente mayor no vale, pero es todo lo contrario”.
García Beltrán explicó que este carisma de la Iglesia está arropado “por la Delegación del Mayor”, junto a otros grupos e iniciativas. Resaltó la importancia que este movimiento tiene en los sacerdotes y afirmó que en él “hay historias de santidad. “He conocido personas que son santos de canonizar, aunque nunca lo harán, posiblemente, pero que son esos santos de la puerta de al lado, como le gustaba decir al Papa Francisco”.
A los asistentes al encuentro, en el que también ha participado el consiliario de Vida Ascendente, el sacerdote Pablo de Haro, el obispo ha aconsejado: “No nos perdamos esa persona que esta conmigo en el grupo, que a lo mejor es muy sencilla, pero tiene una experiencia de Dios impresionante. En la silla de al lado tuyo puede haber un santo y me puede ayudar a ser santo a mí”, y quizá “una palabra de esa persona me abre una puerta”. “Si un miembro de Vida Ascendente tiene pasión, lo trasmite a los demás”, añadió.
Por su parte, el presidente de Vida Ascendente en España, Jaime Tamarit, agradeció al obispo “su magnífica labor” porque “es un ejemplo para todos” y también la del movimiento en la diócesis. “Vida Ascendente es impresionante e incide en ese acento de la persona mayor como persona activa, persona digna que realiza una misión inmensa en el apostolado. Transmite cultura y fe”.
Sobre el reciente Congreso de Apostolado del Mayor organizado en Roma por el Vaticano en el que la diócesis estuvo presente, ha explicado cómo “se ha hablado de la inversión que hay hacia esta pastoral” porque “se es más consciente”. “Se habla de la pandemia de la soledad que nos viene encima y se pone el acento en los encuentros intergeneracionales. Tenemos que ayudar también al joven que encuentra un camino difícil para abrirse”.
Vida Ascendente en la diócesis
La presidenta diocesana Aurora Heras, dibujó la realidad del movimiento en la diócesis después de dar la enhorabuena a todos y agradecer la labor de los animadores: “cómo convocáis y acogéis a los de fuera”. “Estamos para los enfermos, para los alejados, y nuestra vida cambia porque el Señor está en ella”.
Vida Ascendente cuenta con 316 miembros, de los cuales 303 mujeres, 13 hombres, en 28 grupos distribuidos en 12 poblaciones o localidades.
El testimonio de Lali
Lali, de Boadilla del Monte, ha ofrecido su testimonio, al que ha calificado como de milagro. Se encontraba “sumida en la oscuridad, sin fe y esperanza” cuando le invitaron a hablar con un sacerdote. Rezando en la Capilla del Santísimo de la parroquia, “comencé a llorar. Algunas personas se me acercaban y me preguntaban si necesitaba ayuda. Yo seguía llorando. Una de ellas me tomó de la mano y me llevó a hablar”. “Me consolaba, me escuchaba y rezaba al mismo tiempo. Ahí comenzó el milagro. Me habló de que en esa iglesia había un grupo de mi edad que se reunía para rezar…así conocí Vida Ascendente”. Ha contado. “Me escucharon, me ayudaron… me hablaban de la fe en Dios y de cómo confiar en Él”.
“Para mí todo ha sido el amor de Dios, un milagro. Cada día rezo el poema de santa teresa de Jesús, ‘Nada te turbe…’. Gracias Vida Ascendente”, ha terminado Lali.
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