26/11/2025. "En el mundo de hoy, cuando se mira a la Iglesia y se ve su testimonio de caridad, atrae a mucha gente”. Así comenzó el obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, su intervención el pasado lunes en la presentación de la Memoria de Actividades de la Provincia Eclesiástica de Madrid. Por primera vez, la diócesis de Getafe, Madrid y Alcalá han realizado este trabajo en común para rendir cuentas a la sociedad y ofrecer datos precisos de su labor y del impacto económico en la sociedad madrileña.
El obispo habló del ámbito social, caritativo y asistencial de la diócesis de Getafe. “Siempre recuerdo las palabras del Papa Pablo VI en Evangelii nuntiandi: que el mundo de hoy quiere testigos y no maestros, y si acepta a los maestros es porque también son testigos”.
“La Iglesia también tiene una presencia importante en la realidad social de esta comunidad inmensa de Madrid, y no lo hacemos por sola filantropía, sino que sobre todo nos llama aquello que escuchamos tantas veces en la Escritura: ‘una fe sin obras es una fe muerta. El que dice que ama a Dios, pero no ama a su hermano es un mentiroso’, o las palabras del mismo Señor en el momento del juicio: ‘porque cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis’”.
El obispo de la diócesis del sur de Madrid confesó que “los números a mí también me sorprenden, aunque sabemos que la Iglesia tiene un papel importante en el mundo de la pobreza, del cuidado integral del hombre y también de la naturaleza, cuando he leído los datos me ha parecido impresionante”.
Para Ginés García Beltrán, uno de los aspectos más llamativos es “la capilaridad del servicio de la caridad en la archidiócesis”. “La cantidad de parroquias que tienen Cáritas”, por ejemplo, “en nuestra diócesis en el sur de Madrid más de 100 parroquias” que “funcionan, trabajan bien” y “en las que casi todos son voluntarios”.
Imigración, educacion y defensa de la vida
Sobre la inmigración, una realidad destacada en el sur de la Comunidad, recordó cómo “nuestras parroquias se convierten en familias que tocan todo el tejido social” y “me emociona mucho cuando voy a las Cáritas y veo que los voluntarios son personas que antes han venido a pedir a Cáritas, es decir, personas que vienen de fuera y que ahora, viendo lo que Cáritas ha hecho por ellos, son los que quieren dedicar su tiempo a ayudar”.
“Nuestras Cáritas parroquiales –continuó García Beltrán– son un tesoro porque llegan realmente a la pobreza. Cuando veo los números, lo que percibo y lo que me llega al corazón es que detrás de cada número hay una historia y hay un rostro”.
“La Iglesia en Madrid, en las tres iglesias particulares, está presente también en el mundo de la inmigración, también en el mundo de la educación. ¡Cuantísimos colegios, cuantísimas obras educativas que hay en la archidiócesis de Madrid!”.
Entre los diferentes proyectos, iniciativas e instituciones, el obispo destacó la Escuela Comarcal Arzobispo Morcillo de Valdemoro, donde “hay más de 800 chicos y chicas que muchas veces son el desecho de nuestro sistema educativo y que están aprendiendo un trabajo y que después, buena parte de ellos, salen con un empleo. Me parece precioso”.
Asimismo, destacó que “la Iglesia en Madrid trabaja a favor de la vida, de la vida en todas sus facetas y en todos sus momentos, desde la concepción, hasta el momento de una muerte natural digna”.
“Tenemos centros de orientación familiar, tenemos instancias que luchan, trabajan a favor de la vida y apoyando a aquellas madres o aquellas que van a ser madres para que puedan vivir dignamente”.
El obispo de la diócesis getafense prosiguió: “Cuantísimas residencias de ancianos existen que dependen de la Iglesia, de distintas instituciones de la Iglesia, que le dan un carácter muy humano a aquellos que están en el último momento de su vida”.
“Y también las mujeres, las mujeres que son maltratadas, las mujeres que están solas, a tantas mujeres… Cuánta gente viene engañada a nuestro país, y después viene la trata de blancas, la prostitución, etc.”.
Existen “centros de acogida en la Comunidad de Madrid, hay ayuda personal a estas mujeres que lo están pasando mal y a los jóvenes, y a aquellas personas que tienen adiciones. En las tres diócesis, nos preocupamos también por aquellas personas que tienen algún problema mental”, afirmó.
Mucho por hacer
Sin embargo, el Ginés García Beltrán lamentó que “después de escuchar o de leer el último informe FOESA nos damos cuenta, empezando por nosotros los obispos, que hay que seguir trabajando porque nos queda mucho por hacer, pero nos consuela la Palabra del Señor que dice: ‘A los pobres siempre los tendréis con vosotros’”. En definitiva, terminó, “una Iglesia que está cerca de los pobres es una Iglesia creíble y ojalá que esta Iglesia de la archidiócesis de Madrid sea creíble también por su servicio a los pobres”.
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