25/03/2024. El obispo D. Ginés García Beltrán se trasladó a Chinchón en la mañana del 24 de marzo, para presidir la celebración de Domingo de Ramos y pronunciar el pregón en esta localidad.
El prelado estuvo acompañado del párroco de Nuestra Señora de la Asunción y delegado de Hermandades y Cofradías, Pedro Chaparro, y del canciller secretario, Guillermo Fernández.
También asistió el alcalde, Juan Antonio Vega, miembros de la Corporación Municipal, responsables y miembros de la representación de la Pasión, y de Hermandades y Cofradías de la zona.
La jornada comenzó con la bendición de ramos y palmas en la Ermita de la Misericordia y la procesión por las calles de la ciudad hasta el templo, donde D. Ginés presidió la Eucaristía solemne.
En su homilía, el prelado manifestó su alegría “al comenzar la Semana Santa en esta parroquia y en este pueblo y celebrar la memoria de la entrada triunfal del Señor en Jerusalén, y ahora esta eucaristía con Cristo en el centro”.
Al comentar las lecturas, el obispo quiso centrarse en el relato de la Pasión de San Marcos “el que es aclamado como rey y Mesías, entra en un pollino, no con medios potentes sino en un animal débil, aclamado por la gente sencilla”.
“Esto nos llama la atención y nos desconcierta, pero Jesús con su entrada en Jerusalén nos está mostrando el camino de la salvación y de la gloria” explicó.
“Quiero fijarme en dos juicios paralelos- continuó el prelado-, uno religioso, realizado por el Sanedrín, y un juicio político hecho por el representante de Roma, Pilatos. Los dos de alguna manera le preguntan ¿tú quien eres?, ¿eres el mesías?, ¿eres rey?”.
“A los dos les contesta: yo soy. Jesus confiesa quien es, es el Mesías. San Pablo en la segunda lectura nos decía: aquel que es torturado, aquel que tiene rostro humano, aquel del que burlan, que ha sido coronado de espinas, que ha sido despojado de sus vestiduras…este es el Hijo de Dios” subrayó García Beltrán.
El obispo continuó explicando: “Jesús no hizo alarde de su categoría, al contrario se hizo semejante a nosotros… ¡qué difícil para nosotros no hacer alarde de quién somos! Jesús fue más allá. Muere en una cruz, signo de ignominia”.
“Ante la pasión de Cristo, uno se pregunta, como se hace siendo todo elegir no ser nada, elegir libremente no ser nada. La Iglesia solo encuentra una respuesta, el amor. La historia de la pasión proclamada es la historia del amor, de un amor más grande que llega a las últimas consecuencias, que llega hasta el fin” remarcó el prelado.
D. Ginés quiso terminar su homilía destacando el papel que realizan los que representan la Pasión en Chinchón: “en un momento de su historia, hace más de 60 años, este pueblo quiso poner en vida esto que hemos escuchado hoy en el Evangelio. Hoy la representación de la pasión de Chinchón es conocida en muchos sitios, porque la Pasión se ha convertido en un ambiente que embarga al pueblo”.
“El ambiente de ese pueblo echa raíces, marca la identidad del pueblo. Esto es algo que yo quisiera agradecer, invitar y apoyar a que no os lo perdáis” destacó.
“Representar la pasión no solo es representar unas escenas de las que nos habla el Evangelio sino que está conformado el corazón de los chinchonetes y de todos aquellos que quieran venir a experimentar esta experiencia preciosa de la Pasión” concluyó.
Después de la celebración, el obispo se trasladó al Teatro Lope de Vega, donde pronunció el pregón de Semana Santa y fue obsequiado con algunos presentes como muestra de cariño y agradecimiento de todo el pueblo chinchonete.
