D Jose

Hoy es hoy. Parece una obviedad, pero estamos en un momento en que lo que vivimos apenas hace un año se ha difuminado en el recuerdo. Entre mascarillas, gel hidroalcohólico, desinfectantes, PCR, estados de alarma... gira todo nuestro entorno, y con ello, toda nuestra vida. Pero, en realidad, ¿cómo lo estamos viviendo? Nos vamos a encontrar con aquellas personas que lo viven con resignación; quienes lo sienten con inquietud, otras, con esperanza... y un porcentaje, cada vez más elevado, que lo hace con ansiedad. La salud mental ha sufrido un duro golpe en todo este proceso pandémico que tiene su punto de inflexión en la alta inseguridad vital y social en la que se encuentra inmersa la sociedad.

Según un estudio realizando recientemente, los cuadros de ansiedad han aumentado casi un 169% desde marzo. Las causas son muy variadas, pero la percepción de incertidumbre, confusión, desconcierto y emergencia constante juegan un papel importante en este proceso. A ello debemos unir familias o personas con bajos recursos económicos o sociales, dependientes, ancianos con edad avanzada que viven solos, hogares conflictivos, individuos con enfermedades mentales previas y, por supuesto, quienes han sufrido la enfermedad, sin olvidarnos de sus familiares y de todos aquellos que han perdido a un ser querido.

Con todos estos factores, la sensación de miedo, inquietud y preocupación ha ido aumentando, generando, en algunos casos, cuadros de ansiedad, que pueden ir asociados a otros de afectaciones físicas somatizadas, como dolores de cabeza, taquicar dias, temblores, problemas para respirar, etc. Este trastorno puede llegar a cronificarse y repetirse en el tiempo sin ninguna causa previa que los haya podido desencadenar. Según como sea la intensidad de la ansiedad se podrán seguir unas pautas u otras, pero es muy importante que se busque ayuda profesional y, por supuesto, el apoyo de familiares y amigos. Es necesario identificar los pensamientos negativos que llevan a esta situación e intentar no luchar contra la ansiedad, sino aceptarla. Para ello se deben afrontar los miedos. Todo este proceso sólo es posible a través de terapia psicológica.

Desde el COF te podemos ayudar. Recuerda que cuando acudes a nosotros das un paso hacia adelante para buscar una solución ante algo que te preocupa y dificulta tu vida.

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