D Jose

 

ANA MARÍA ÁLVARO VOLUNTARIA DE CÁRITAS DIOCESANA DE GETAFE

Lleva más de una década colaborando de forma voluntaria con Cáritas, con una labor que se deja sentir de forma especial en Boadilla del Monte.

BIOGRAFÍA

A sus 74 años, sigue tratando de ayudar a las personas más necesitadas de Boadilla del Monte, repartiendo su tiempo entre las parroquias Santo Cristo de la Mi- sericordia y Santos Apóstoles. Madre de tres hijo

Pregunta.- ¿Qué te llevó a ti a colaborar con Cáritas?
Respuesta.- En nuestra parroquia coincidimos con un sacerdote joven, al que tratamos de ayudar todo lo que pudimos. Viendo la situación de necesidad en la zona, se sugirió poner en marcha Cáritas parroquial y me plantearon si yo podía echar una mano. En aquel tiempo acababa de fallecer mi madre y me pareció el momento apropiado para colaborar más intensamente.


P.A lo largo de todo este tiempo, en Cáritas habréis ayudado a mucha gente. ¿Hay alguna historia que te haya marcado?
R.- Muchísimas, no sólo una, pero, por ejemplo, acabo de estar en la boda de una mujer a la que atendimos hace años. Tuvo muchos problemas y, según ella, le ayudé mucho. Historias como la suya son muy grati cantes, porque ves cómo tu aportación contribuye a cambiar para bien la trayectoria de las personas. Es muy bonito, aunque en ocasiones también es duro, pero hay que apoyar la esperanza y el cambio.


P.¿Cómo estáis viviendo la crisis actual?
R.Pues al principio con mucho miedo, porque la mayoría de los voluntarios que formamos el equi- po de Cáritas en la parroquia somos mayores, pero, gracias a Dios, pudimos hacer mucho en la distancia. Hemos mantenido durante todo este tiempo las ayudas en las farmacias para garantizar el acceso a medicamentos y vacunas, hemos seguido colaborando con una clínica dental y hemos organizado recogidas de alimentos, fundamentales en este momento, ya que se han triplicado los casos de gente que nos pide ayuda. Y ya hemos podido recuperar la atención presencial.

P.- ¿Qué es lo que más falta hace en este momento?

R.- Sobre todo, apoyo personal. Además de ayuda material, nece- sitamos personas realmente generosas, que tengan unas virtudes humanas y que sigan el ejemplo de los discípulos de Cristo, que desta- caban por su gran corazón.