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BASÍLICA DEL SAGRADO CORAZÓN
JUEVES 12 DE OCTUBRE, 18.00 HORAS

El obispo diocesano D. Ginés García Beltrán presidirá la ordenación de presbítero de Miguel Ángel Rodea el jueves 12 de octubre -fiesta de la Virgen del Pilar - a las 18.00 horas, en la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, en el Cerro de los Ángeles. En la misma ceremonia será ordenado diácono José Luis Martín.

La ceremonia se podrá seguir en directo a través del canal diocesano de youtube: 

https://www.youtube.com/watch?v=FhmPv5UZkFQ

 


Miguel Ángel Rodea, futuro presbítero diocesano, es de origen getafense, tiene 25 años y ha crecido en la fe en la Catedral Santa María Magdalena, donde fue monaguillo.
En su pensamiento estaba estudiar Ciencias Físicas, pero el Señor le llamó a su servicio a la temprana edad de 17 años y decidió ingresar en el Seminario para formarse como presbítero.
"He visto que el Señor me ha cuidado desde muy pequeño y con 15 o 16 años nació mí la inquietud vocacional. El acompañamiento de sacerdotes me ayudó en el discernimiento" recuerda.
"Estos años de formación y de camino con el Señor han sido un verdadero regalo -explica Rodea- recibir la ordenación sacerdotal supone para mí responder al Señor, que me dice: 'Rema mar adentro', no tengas miedo: pastorea a mi pueblo".
"Es un momento muy especial, tanto porque me une a Él de un modo nuevo, como con su pueblo" subraya.
El futuro presbítero es un apasionado de la lectura y de la naturaleza. Aprovecha su tiempo libre para pasear, jugar al fútbol, o disfrutando de una buena película. También le gusta estar al tanto de la actualidad a través de las noticias del periódico.

El nuevo diácono, José Luis Martín, de origen getafense y 25 años de edad, también se muestra expectante ante este paso tan importante que va a dar en su camino de formación hacia el sacerdocio.
"Desde pequeño he vivido la fe en mi hogar, en mi familia me enseñaron a rezar e intuí mi vocación a muy temprana edad, con 8 o 9 años, en catequesis y empecé a ser monaguillo" explica.
"A partir de ahí empecé a gustar la misa, sentía interés por la vida sacerdotal... el Señor me interrogaba y se fue 'colando' en mi afecto" dice.
"En la adolescencia experimenté un poco de distancia de esta idea de la infancia, pero después el devenir de la vida iba mostrando la verdad de mi vocación, que se confirmó con 15 años en un campamento en Picos de Europa, en el año 2013. A los 18 años entré en el Seminario y hasta hoy" recuerda el futuro diácono.

Subraya que "este paso al diaconado significa para mí la verificación en mi historia de la sobreabundancia del don y la elección de Dios, que, aunque a veces parece que se apaga, como en algunos momentos de mi vida, siempre revive con mayor veracidad".
"Nunca imaginé que podía ser tan feliz, y que Dios podía dar plenitud a mi vida y esa abundancia de Dios" subraya con emoción.
En cuanto a gustos y aficiones este futuro nuevo diácono se confiesa apasionado del deporte, sobre todo del baloncesto. Pero también practica el fútbol, la natación, correr, senderismo...
La lectura de filosofía y de novelas son otra de sus aficiones y, como cualquier joven de su edad, le gusta quedar con sus amigos y jugar a ‘la play’.
Para él también es importante pasar tiempo a solas con Dios.